Los mandalas son representaciones inherentes a las culturas budista e hindú, convirtiéndose en los últimos años en un demandado elemento decorativo, motivo de tatuaje o aliado en la práctica de disciplinas orientales; usos más superficiales que tratan de evocar el significado de unos mandalas concebidos por las milenarias culturas de la India con un portal a ese universo infinito.
El universo y yo
En sánscrito, mandala significa "círculo", mientras que en tibetano, la palabra kyilkor quiere decir "aquello que gira alrededor de un centro", dos significados que nos aproximan a un elemento surgido en la cultura hindú hace miles de años en forma de iantras, figuras geométricas de apariencia más minimalista que serían adaptadas por el budismo, principales embajadores del mandala que todos conocemos hoy día.
El mandala es un círculo que engloba diversas capas en torno a un punto céntrico que simboliza la infinidad del universo (macrocosmos) y la relación del hombre con el suyo propio (microcosmos). Los bordes del círculo simbolizan los ciclos existentes entre ambos elementos, focalizando principalmente en un centro utilizado como herramienta de concentración en diversas disciplinas indias como el tantra y la meditación.
Algunos mandalas suelen incluir elementos más figurativos como astros o árboles cuando tratan de referirse a algo concreto, al igual que con diversos dioses de la mitología hindú como Vishnú o Budas que continuaron la labor del mentor.
En lo que respecta al mandala personal, este se nutre de los colores y formas que nosotros decidamos, si bien ciertos colores obedecen a significados universales, como es el caso de un negro que evoca la tristeza, un verde que simboliza conceptos como la naturaleza y la esperanza, o un azul que transmite serenidad.
En diversos talleres, tanto en Oriente como en Occidente, colorear un mandala no sólo supone un ejercicio de concentración, sino también un estímulo creativo que nos permite rellenarlo en función de nuestro estado actual, el cual expresaremos a través de colores y formas.
Respecto a los materiales, estos van desde la pintura hasta las piedras, pasando por papeles o retazos de tela.
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El significado de los mandalas podría ser tan complejo como el camino hacia el universo que simboliza ese centro místico. Sin embargo, nosotros somos partidarios de simplificar ciertas explicaciones como un modo más fácil de entrar en mundos donde el color es esencial y los bordes redondos se convierten en el principio de un viaje cósmico; ETERNO.
¿Cómo sería tu mandala?