Probablemente cuando hablamos de clasificaciones hoteleras, se nos ocurren unos cuantos modos para entender todo el panorama hotelero que se dibuja a nuestro alrededor. Lo cierto es que no es la primera vez que hablamos de ese tema en Nuestro Rumbo, pero hoy queremos hacerlo con una definición de un tipo de alojamiento que suele sembrar bastantes dudas por su origen, y por el uso actual que se le da al termino. Hoy te hablamos de los moteles.
De dónde vienen los moteles
Aunque cada tipo de alojamiento tiene en realidad una historia particular hasta que se convierte por llamarlo de algún modo en una categoría hotelera, los moteles nacieron como hoteles de carretera en EE.UU, concretamente en la conocida como ruta 66 y se convirtieron en un sitio en el que pasar la noche los moteros que la recorrían. De ahí precisamente su nombre: mot-el.
Aunque a día de hoy no están exclusivamente ni en las carreteras, ni pensados para los moteros, lo cierto es que todos los que vemos alrededor del mundo conservan un tipo de características que detallamos a continuación y que además se inspiran casi siempre en esa ruta americana que hemos contemplado en las películas.

Qué es un motel en la actualidad
La ubicación de los moteles ha pasado a ser irrelevante para considerar a un alojamiento dentro de esta categoría. Ahora mismo nos encontramos con moteles en la ciudad, moteles en el campo y moteles de carretera. Lo que de verdad caracteriza a estos establecimientos es la intimidad que ofrecen al huésped. En la mayoría de los casos no se ven sus caras, y se suele acceder directamente por el garaje individual a la habitación asegurando la máxima privacidad.
Aunque pudiera parece que los moteles son algo exclusivo de parejas que no son la propia, es decir, algo para relaciones extramaritales, no es así. De hecho, por su precio, por las características extras que ofrecen, y en muchos casos por su localización, son utilizados por todo tipo de viajeros.