La obsolescencia programada es uno de los temas que más ha impactado y revolucionado la opinión pública en los últimos años. El término implica la animosidad de ciertas empresas en el desarrollo de sus productos, de manera que "se rompan fácil" para vernos obligados a comprar uno nuevo... Obviamente, sin decirlo abiertamente, por cuestiones éticas.
Los 6 mecanismos más claros de la obsolescencia programada


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Sin dudas es una teoría bastante interesante, y con muchos argumentos a favor. Y ahora te mostraremos algunos ejemplos de cómo varios productos de uso cotidiano parecen estar " diseñados para romperse".

#6 Falta de repuestos
Algo que no muchos tienen en cuenta pero que tarde o temprano nos resulta un problema: la falta de repuestos. Es que cada vez que se nos rompe algo, lo primero que intentamos es repararlo, hasta que nos dicen que justo esa pequeña parte que se ha roto es irremplazable, y que debemos comprar todo el aparato nuevo. Si bien hay casos y casos, son muchas más las veces que lo roto era algo mínimo, pero que así todo nos obliga a una nueva compra.

#5 Altos precios de reparación
Lo otro que puede suceder ante la rotura de un producto es sí encontrar repuestos, pero a qué precio... Precisamente como consecuencia del primer punto, a veces los repuestos y su costo de reparación son similares (o hasta superiores) a un producto nuevo. Y obviamente, no nos lo pensamos dos veces.
Es así que continuamos el ciclo intentando que las cosas no se nos rompan, o dándonos maña para reparar todo en casa.

#4 Productos descartables con falta de protección
Vinculado a los dos puntos anteriores, cuando compramos un producto muchas veces éste es de lo más vulnerable, no sólo por la falta de lógica entre su material y su supuesto uso, sino porque además no incluye ningún tipo de protección.
Productos que inevitablemente (y por mucho que los cuidemos) terminarán con rayones, manchas o golpes. Y que tarde o temprano terminaremos remplazando.

#3 Omisión de servicios o características
Dejando de lado la composición (o hardware, cuando hablamos de productos tecnológicos) vayamos ahora al software y sus funciones: el principal problema es la variedad sobre un mismo producto, con diferentes características según el modelo.
Terminar comprando dos veces lo mismo, o pagar extras por algo que podría incluirse en el producto principal. Una forma muy sencilla de obligarnos a seguir gastando dinero en el mismo producto una y otra vez, con cada nueva versión disponible.

#2 Incompatibilidad y retrocompatibilidad
Y lo peor de todo es cuando no se trata de un problema único de una compañía en particular, sino de todos sus productos. Sean los juegos de una serie de consolas o los usos del mismo sistema operativo en sus diferentes versiones. Cuando un producto es incompatible con su entorno, éste se vuelve obsoleto.
Es así que muchas veces dar un salto de calidad en un producto nos hace gastar necesariamente en otro contenido, de forma que todo opere en forma óptima.

#1 Modas
En el puesto #1 está el peor problema que enfrentamos al hablar de obsolescencia programada, no sólo por su impacto, sino por su naturaleza, donde los culpables somos nosotros mismos.
En términos generales, la sensación de inferioridad o vergüenza por tener un producto "fuera de moda" o "antiguo" nos lleva a comprar y comprar, siendo muy pocos los que realmente logran superar esa sensación incluso aunque la sociedad no sea comprensiva con ellos. Por su parte, las empresas hacen todo lo posible por fomentar esta conducta, siendo las computadoras y smartphones el campo donde todo se hace más notorio.
Los productos son diseñados para romperse, y de esa manera el negocio se mantiene vivo. Ahora bien, ¿crees que realmente esa sea la verdad que muchas empresas ocultan? ¿En qué otros casos sientes que todo está pensado para una corta vida útil?