Dentro del gran grupo de tatuajes clasificados como pequeños, los tatuajes de hormigas son unos de los más simbólicamente fuertes. ¿Por qué? Porque las hormigas, a pesar de sus diminutas proporciones están asociadas con el trabajo duro, la disciplina, la perserverancia, el orden y, sobre todo, con la capacidad para vivir en comunidad.

Los tatuajes de caballos son diseños que, sin dudarlo, dicen mucho sobre el estilo de vida de quienes los llevan. Por ejemplo, podría ser alguien que disfruta de la vida de campo y del contacto con la naturaleza; sin embargo, esto tiene mucho que ver con la región geográfica a la cual pertenece la persona. De todas formas, el caballo es un animal que siempre simboliza belleza, poder y desenfreno, así como protección, lealtad y nobleza.

Muchas veces las personas eligen tatuarse un determinado animal porque reconocen sus cualidad personales reflejadas en las características de éste. Los animales tienen personalidad, eso es casi indiscutible (no trasmite lo mismo una gallina que un león, ¿verdad?). Y en el caso de las personalidades fuertes, los tatuajes de panteras negras resultan una opción muy acertada.

En otra oportunidad mencioné la importancia de los tatuajes en la cultura hawaiana y puse como ejemplo los tatuajes de flores. Esta vez me interesa ahondar en otro diseño que también es característico de esa cultura: los tatuajues de tribales hawaianos.

Las letras egipcias para tatuajes son una interesante opción para aquellos que se sientan atraídos por esta cultura. Digo que es una buena alternativa porque, entre otras cosas, las letras egipcias siguen despertando la intriga y el misterio que despertaban cuando fueron descubiertas por los historiadores. También conocidos como jeroglíficos, estos símbolos conforman uno de los más antiguos sistemas de escritura de la historia de la humanidad.

Soy una animal-lover, completa, entregada y decidida. Desde los típicos animales domésticos (los gatos son mis preferidos) pasando por peces, perros, mariposas, arañas... y ratones. Hace unos cuantos años, por problemas de espacio en casa, tuve de mascota un ratoncito blanco. Luego tuve hamsters, cobayas y un largo etcétera de roedores. Son unos animalitos vivaces, inteligentes y cariñosos que al parecer cuentan con muchos fanáticos, pues han encontrado su lugar en el arte corporal.