¿Recuerdas cuando escribías tus cartas? Yo solo recuerdo que para mi Santa era alguien especial, alguien en quien podía confiar y alguien a quien podía pedirle lo que sea. Es que cuando uno es niño todo es especial, ¿no te parece? Diviértete un rato con estas cartas divertidas a Santa Claus en donde los niños piden las cosas más insólitas, reclaman y preguntan con esa cuota de inocencia, inteligencia, confianza y cariño que todos los niños tienen.

Llegó para muchos la mejor época del año: ¡Las fiestas! Arrancó diciembre y con él las esperadas (o temidas) compras navideñas. Nos encanta celebrar pero repartir regalos entre toda la familia tiene su lado costoso: mamá, papá, los más chiquitos, los abuelos, tíos y amigos. ¡No hay bolsillo que aguante!

Si hay algo cierto es que durante estas fechas gastamos mucho más dinero, nos endeudamos con la tarjeta de crédito, y hasta en algunas ocasiones tomamos la opción de un préstamo.

Con la Navidad a la vuelta de la esquina es posible que ya empieces a pensar en los regalos para los tuyos y también para ti misma. ¡Porque nosotras también nos merecemos un auto regalo de vez en cuando! ¿Verdad que sí?

Cuando hablamos de Navidad la primera imagen que nos viene a la mente es la de un señor gordo en traje rojo, con abundante barba blanca que viaja en un trineo, entregando juguetes a todos los niños buenos del mundo. Pero cuando somos padres nos enfrentamos a un dilema: decirles o no decirles a nuestros hijos la verdad de Santa Claus.

Todas tenemos un tío, una amiga o hasta una pareja que lo tiene todo, por lo que en estas fechas nos cuesta muchísimo encontrar qué regalarles.