De todos los tragos refrescantes que se me vienen a la cabeza, debo confesar mi absoluta predilección por el Martini de sandía. Disfrutable por un montón de características: es un trago frutal, tiene vodka y su color lo hace sumamente atractivo. Sin culpas me guardaría el secreto, pero lo bueno puede compartirse y por ello veremos cómo hacer un martini de sandía.

Hay infinitas recetas en el mundo de la coctelería y todas ellas deben tener variaciones por lo que se multiplica la cantidad que existe. Unos tragos son más conocidos que otros y hoy te invito a conocer algunas bebidas famosas.

Para los amantes del Martini tradicional, el clásico y original de todos, la combinación de una parte de ginebra, vermut y una aceituna es como la santísima trinidad en el mundo de la coctelería.

El arte de seducir es algo tan antiguo como la existencia de la especie humana y es un tema que ha estado presente en obras y registros desde la antigüedad. Por eso quizás las técnicas y métodos utilizados muchas veces pueden parecer ya muy transitados e inclinar a la persona que está siendo seducida a pensar que no se está realizando ningún esfuerzo o no hay un verdadero interés.

El Vermouth es una bebida alcohólica que nace de la infusión, destilación y maceración del vino blanco con hierbas y especias. La historia le atribuye su creación a Antonio Benedetto, un destilador italiano que creó el vermut dulce o rojo.

Hay varias versiones sobre el origen del Martini. Una de ellas indica que hacia 1911, un barman de la ciudad de New York, Martini di Arma di Taggia, mezcló el primer Martini. Lo creo mezclando ginebra y vermut, aunque hoy en día su variante más famosa es el Vodka Martini.