La inclusión de actores de diferentes razas a los programas televisivos se realiza para mantener un espectro cultural amplio que pueda llegar a un rango superior de público, es una cuestión lógica ligada enteramente a los negocios.

No todo puede terminar bien, y con esto no queremos decir que tenga un final feliz, sino que esté bien construido visual y narrativamente, al menos en el caso de los finales de nuestras series favoritas. Si bien tienen un tono y coherencia con el resto de la gran serie que lo precedió, hay cierres que fueron eventualmente una tristeza o pura confusión para el espectador, así como estos decepcionantes finales de series.

En la mayoría de series de televisión existe el típico personaje cuya carisma beneficia y condena por igual a un actor que, posiblemente, nunca llegará a ser reconocido por interpretar a otro personaje que no sea aquel que le convirtió en icono.

Hay series... y hay series que tienes que mirar sí o sí. Dentro de esta última categoría se puede incluir un abanico de enormes proporciones repleto de programas de televisión de todos los géneros y duración posibles.

Que el actor de una serie nunca haya participado en ninguna película es algo cuanto menos bizarro, pero lo que sí es más usual es que un gran intérprete televisivo no llegue a triunfar en la pantalla grande.

Cuanto más interesante es la serie más difícil de contentar a la mayoría de admiradores en la recta final. Es lógico. Los guionistas trabajan muy duro para lograr una última temporada a la altura de tantas expectativas, y a menudo lo consiguen, pero no para todo el mundo, claro.