Henry Cavill mandó un duro mensaje sobre el futuro del Universo Extendido de DC (DCEU) en 2017 y parecía que estaba equivocado respecto a la franquicia, pero el tiempo le dio la razón.

Ser parte de la industria hollywoodense puede parecer un sueño para muchas personas, pero una pesadilla para otras, especialmente para algunas actrices.

Existen muchas razones por las que una película puede salir mal, ya sea un recorte de presupuesto, un mal casting o la intervención de personas ajenas a la producción, pero a veces el problema es el propio director.

Justice League es la película de superhéroes más controversial de los últimos años.

Firefly (2002) fue una serie de ciencia ficción creada por Joss Whedon que, a pesar de contar con una sola temporada, se volvió una obra de culto.

Justice League, la película más ambiciosa e importante del Universo extendido de DC, la que reuniría por fin a todos sus legendarios superhéroes y daría forma al no menos legendario equipo del mismo nombre, la presunta coronación definitiva de la saga y el punto de partida para toda una nueva etapa en la que reinaría la alegría y el entusiasmo (qué lejos parece todo eso ahora), comenzó a filmarse cuando el cadáver de Batman v Superman: Dawn of Justice todavía estaba tibio.