Drama, comedia y mucho humor negro son los ingredientes principales de las producciones de los hermanos Coen. Sus historias nos acercan a personajes que probablemente tengan mucho de nosotros, por lo que es inevitable no sentirse identificado (o maravillado) por algunos de ellos.

True Detective fue la última gran serie dramática de HBO, en el sentido de que fue la última que logró generar un impacto a nivel colectivo similar al que solían tener las viejas series de la cadena (series como Oz, The Sopranos, The Wire, Six Feet Under o Deadwood, algunas de ellas no tan vistas en su momento pero convertidas después en verdaderos fenómenos culturales).

Para todos quienes disfrutamos de los policiales y dramas originales de HBO esta es una gran noticia. La llegada de la serie creada por Steven Zaillian, ganador del Oscar a mejor guión adaptado por La lista de Schindler, y Richard Price es gratificante por varias razones.

No todo empieza y termina de maravillas, aunque existe el raro caso que termina siendo, en el mundo del cine, en una obra maestra a lo Citizen Kane. El problema es que muchas películas empiezan de forma maravillosa, siguen fantásticamente en su nudo, pero colapsan en su final, como si los escritores se hubiesen rendido por completo y dado rienda suelta a los desenalces más extravagantes. Ese es el caso de estas películas buenas con finales muy malos:

Por más que no lo quieran creer, los guionistas tienen una vida relativamente ajetreada dentro del universo cinematográfico, ya que la presión está constantemente presente en éstos, ya sea de completar un libreto a tiempo o de hacer un trabajo tan bueno como otros que lo precedieron, cuidando siempre de tener el formato correcto y de no incluir tanta exposición. En las películas, los guionistas sufren en doble, porque generalmente viven las situaciones más extrañas, como estas ocho películas que nos muestran a guionistas de cine en serios problemas.

El cine y la música han estado unidos desde sus inicios, hasta el punto en que ambos mundos se funden muchas veces en la pantalla, y los creadores de películas incluyen en el guión músicos que son personajes (claves o no) del largometraje, que sólo están en función del film, pero que no existen fuera de la ficción; en ocasiones estas creaciones llegan a ser tan buenas que nos gustaría que existieran realmente esas bandas para poder escuchar sus discos e ir a sus conciertos. A continuación les presentamos bandas ficticias de música que nos gustaría que existieran de verdad.