Cuando a un actor o director se le informa que recibirá un muy importante galardón, generalmente prepara su mejor traje, un discurso de primera y le cuenta a todos sus amigos y familiares sobre el tan esperado evento. Por supuesto, esto no sucede en la vida de Woody Allen, el talentoso escritor y director que ganó cuatro Oscar y dos Globos de Oro de entre más de 40 nominaciones. Sin embargo, Allen no fue a retirar ni a presenciar ninguno de esos galardones y nominaciones. Cuando recientemente informamos que a éste le otorgarían el Cecil B. DeMille en los próximos Golden Globes, no imaginamos que Allen no iría a la ceremonia.

En una ceremonia realizada en el hotel Beverly Hlton, la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood anunció las series nominadas a los Golden Globes 2014 y, por supuesto, las series más exitosas de la temporadas no faltan en la lista.

Cuando Andy Serkis interpretó al simio César en la sorpresivamente bien recibida El Planeta de los Simios: Revolución, se armó un gran revuelo durante la temporada de premios acerca de que si éste merecía estar nominado como Mejor Actor Secundario en la mayoría de las entregas, en particular porque era una performance en motion-capture, y gran parte del trabajo sobre el animal había sido realizado con una computadora, más allá de los gestos de Serkis. Lo mismo ocurre actualmente con la performance vocal de Scarlett Johansson en Her que, aunque ya se llevó varios premios, ha sido descalificada de los Golden Globes.

Por más que Hollywood no quiera admitirlo todas las entregas de premios están cayendo en popularidad últimamente, más porque éstas fallan en captar la atención de un público que no necesita estar sentado tres horas observando cómo los talentos se adulan entre sí.

Cuando uno es un director con la trayectoria y la calidad del incomparable Woody Allen, es cuestión de sentarse y esperar a que, con el paso del tiempo, los honores y reconocimientos empiecen a surgir de todas partes. Aunque Allen ya tenga su buena cantidad de Premios Oscar guardados posiblemente en cada rincón de la casa, los Globos de Oro no se iban a quedar atrás y es por eso que finalmente decidieron que el director merecía su propio Premio Cecil B. DeMille, entregado a todos aquellos miembros de la élite de Hollywood con una carrera destacable.

Aunque son premios que tienen menos trascendencia que otros como los Globos de Oro o los Emmy, lo cierto es que tienen bastante prestigio entre el sector televisivo y del cine. El sindicato de escritores quiere recompensar a los guionistas de estos dos medios y la labor tan importante que hacen cada día.