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Cuando se estrenó Grey’s Anatomy, los espectadores se hicieron una pregunta: ¿quién es esa amazona rubia que interpreta a la doctora Izzie Stevens? El interés por la actriz creció y pronto Katherine Heigl se convirtió en la Julia Roberts de mediados de la primera década del milenio. Es que no había comedia romántica que no contara con Heigl como protagonista.

El terror de los protagonistas ha llegado. En el mundo de la televisión, algunas veces es más importante la calidad que la cantidad y estos personajes secundarios lo demuestran: llegan con un par de líneas y se meten al público en el bolsillo; en un abrir y cerrar de ojos, su historia era mucho más importante que la original. La audiencia así lo exige.

Si eres fan de los dramones médicos, probablemente te encanta Grey’s Anatomy con la misma intensidad que amabas E.R. Sin embargo, entendemos que existen muchas personas que les repele el hecho de que hayan convertido estas series en unas novelitas que seguro tu abuela disfrutaría de ver.

Al igual que en cualquier otro ámbito laboral, las relaciones de algunos actores con sus colegas o directores no suelen ser las mejores. Claro que en estos casos esto no puedo notarse, por lo contrario ser un buen actor significa poder sobrellevar cualquier situación y poner la mejor cara frente a la pantalla.

Nos encantan los aniversarios, y recién empezando el 2015 no podemos evitar mirar atrás y acordarnos de aquellas series que comenzaron hace 10 años. Algunas sólo alcanzaron un éxito momentáneo, otras dieron la campanada convirtiéndose en éxitos que, aún hoy día, son consideradas como clásicos.