Unos pandilleros le cortaron las manos a machetazos y él se construyó sus propias prótesis para seguir trabajando
Carlos Melara es un humilde agricultor salvadoreño que sufrió en carne propia la violencia de las pandillas. Una noche, un grupo de desconocidos lo asaltaron y le cortaron ambas manos. Melara dice que no recuerda casi nada de lo ocurrido, no sabe quiénes eran sus atacantes.
Quedarse sin una parte tan esencial de su cuerpo y tan necesaria para su trabajo lo sumió en una terrible depresión. Durante meses estuvo tendido en la cama sin pararse, no sabía qué hacer. Hasta que se dio cuenta de que su familia dependía de él y decidió buscar una solución.
Inventó unas prótesis para sus manos y realizó unos cambios en su bicicleta para poder usarla. Fue así como comenzó a repartir la harina de maiz que su esposa muele en un pequeño molino.
Pero las rudimentarias prótesis ya están desgastadas y no le permiten trabajar más para conseguir su sueño, una casa para él y su familia.
Si quieres ayudar a esta familia puedes llamar al 011 (503) 7247 0503.