Durante 52 días, todos los allegados de la payasita y su esposo trataron de encontrarlos hasta que el pasado jueves 30 de junio, las autoridades anunciaron que habían encontrado sus cuerpos enterrados a unos seis metros bajo tierra. En un funeral lleno de dolor y con compañeros de profesión maquillados como payasos, la comunidad despidió a la mujer, ante las lágrimas de su madre.