La pesadilla del pequeño Jody Plauche, de tan solo 11 años, comenzó en febrero de 1984, cuando su profesor de karate, Jeffrey Doucet, lo secuestró en Louisiana y se lo llevó hasta un motel de California donde abusó del menor en diversas ocasiones.
La historia del padre que mató al abusador de su hijo mientras las cámaras de tv transmitían en vivo
A pesar de que millones de personas apoyaron al padre, al considerar que todos hubieran hecho lo mismo, la víctima del abuso indicó nunca haber tolerado sus acciones, aunque entiende las razones que tuvo.

En una muestra de compasión, Doucet dejó que el niño le hiciera una llamada por cobrar a su madre, factor preponderante para que las autoridades pudieran arrestar al abusador y rescatar al menor, cuenta el sitio LAD Bible.
Mientras Doucet volaba de regreso a Louisiana escoltado por la policía, el caso ya había captado la atención de todo el país, por lo que cuando aquel avión aterrizó en el aeropuerto de Baton Rouge, las cámaras de televisión esperaban captar al pedófilo.
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Por eso, cuando Doucet bajó y caminó con una camiseta roja, esposado y escoltado por un oficial, esa imagen fue vista por millones de personas. Ese trayecto, que ya cautivaba a la audiencia ansiosa de ver la cara de quien había cometido tal atrocidad, quedaría marcado para siempre.
Tras el rescate de su hijo, Gary Plauche no pudo controlar su rabia y decidió no esperar los tiempos judiciales para procesar a quien tanto daño le había hecho a su pequeño Jody. Decidido a tomar justicia con sus propias manos, aquel hombre se puso una gorra y unas gafas, antes de dirigirse al aeropuerto.
Aprovechando el contexto de la época, con una seguridad no tan exigente en el aeropuerto, Plauche ingresó en el recinto, se acomodó cerca de donde Doucet pasaría, siempre con la gorra y los lentes bien puestos, y esperó tranquilo sin hacer mucho ruido.
Cuando Doucet iba pasando por donde se encontraba, y sin importar que todas las cámaras captaran el momento en vivo para toda la nación, el padre sediento de venganza se acercó hasta el detenido y le disparó en la cabeza, a tan solo un metro de distancia.
En la televisión se pudo ver a Doucet caer súbitamente al suelo y a un policía que inmovilizaba a Plauche mientras le decía “¿por qué, Gary, por qué?”, recriminándole no haber dejado que la justicia llegara por los medios correspondientes.
Doucet sería declarado sin vida al día siguiente y Plauche sería encarcelado solo un par de días, debido a que recibió una sentencia suspendida por homicidio involuntario, así como libertad condicional y servicio comunitario.
Aunque la población en general terminó apoyando a Plauche, al considerar que cualquiera hubiera hecho lo mismo, Jody fue creciendo con un tumulto de sensaciones que terminaron por afectarlo.
“Al principio estaba molesto con mi mamá, porque quería que Doucet se detuviera, pero no que estuviera muerto”, le dijo Jody a The Sun, dejando claro que no puede tolerar su comportamiento, aunque entiende sus razones.
Para Jody, más que ver a su abusador muerto, era más importante tener a su padre cerca “para ayudarme a procesar lo que había ocurrido”.
A pesar del sentir de su hijo, Gary Plauche siempre dejó claro que nunca se arrepentiría de lo que había hecho porque creyó que “no tenía nada que perder”.
Jody rememoró que tuvieron que pasar algunos meses antes de que las cosas en su familia alcanzaran un cierto nivel de normalidad, sobre todo cuando un sacerdote extirpó de su padre cualquier pensamiento de que iría al infierno al lavarle los pies y "otorgándole el perdón de Dios".
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Gary Plauche moriría en 2014 a causa de un derrame cerebral.
Con el tiempo, aquella frase que el policía le dijo a Gary cuando lo inmovilizaba se quedó tan afincada en la cabeza de Jody que decidió escribir sus memorias, en las que detallaba lo ocurrido, y el título fue esa súplica hecha a su padre: “¿Por qué, Gary, por qué?”.
“Lo más importante es buscar el apoyo adecuado para superarlo (…) desafortunadamente los sistemas de apoyo al alcance suelen ser amigos y familiares, quienes son terribles para brindar lo que necesita una víctima de abuso sexual”, expresó Jody.

