Llagas en su piel y mucho dolor: las dolencias de este niño por el cáncer que padece
A pesar de que ya no ve con un ojo y está a punto de perder el otro, este adolescente de 14 años no pierde la esperanza de poder vencer a un cáncer feroz que ha ido consumiendo su cuerpo, siempre de la mano de su familia, donde se refugia para no sentir tanto el peso de la angustia.
Fernando Núñez, de 14 años, fue diagnosticado con cáncer terminal en México. Los médicos le dijeron que no viviría más allá de los 10 años. La enfermedad se le ha extendido a todo su cuerpo, pero él no pierde la esperanza de vivir. Ahora busca ayuda para someterse a unas cirugías para extraerle unos tumores en su cara y garganta. Si quieres ayudarlo puedes escribirle a su abuelo César Baltazar García al número en WhatsApp +52 353 131 8826 o hacer donaciones al Banco Azteca bajo el número de cuenta 5512 3823 86149068.
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Durante mucho tiempo, Fernando Núñez se entregó a la desazón y
no quiso luchar más contra ese cáncer de piel que le fue diagnosticado desde muy pequeño, sin encontrar esperanza alguna en todos los doctores que lo atendían.
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Incluso, el pronóstico general era tan fatalista que los especialistas no le daban más de 10 años de vida,
por lo que les recomendaron a sus familiares darle al pequeño Fernando el mejor trato que le podían dar durante esos últimos tiempos.
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Sin embargo, pese a su deteriorado estado de salud con el cáncer expandido en todo su cuerpo, un viaje a la playa para conocer el mar le dio nuevos bríos al joven en medio de su incurable enfermedad.
Por eso, con 14 años cumplidos, cuatro más de los que se supone iba a vivir, Fernando tiene prohibido rendirse.
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A pesar de los nuevos aires de ánimo, la situación familiar de precariedad es un obstáculo duro de pasar para el adolescente, quien de a poco ha ido perdiendo la vista,
debido a la falta de recursos para someterse a las cirugías que requiere para tratar de alargar su vida.
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“Ya no ve por un ojo
y el otro está a punto de perderlo porque el tumor está avanzando bastante”, dice su abuelo César Baltazar desde su natal Veracruz, al sureste de México, desde donde se han trasladado varias veces hasta la Ciudad de México para atender al joven.
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En medio de ese contexto adverso, el propio Fernando se refugia en su familia para no sentir tanto el peso de la angustia.
“Me gusta estar con ellos y pasar cada minuto con ellos”, dice el adolescente.
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Con la fe inquebrantable casi como su última arma, la familia pide abiertamente la colaboración de propios y extraños para costear los múltiples y costosos gastos que conlleva la enfermedad.
Para eso pone a disposición el número de tarjeta de Banco Azteca 5263 5401 0628 6616 para cualquier donativo y el número de teléfono del abuelo César Baltazar +52 353 131 8826.