Un hombre de 57 años fue arrestado al ser acusado de fingir ser un sacerdote para violar a niñas y adolescentes.
Se hizo pasar por sacerdote para violar en serie por más de 10 años a niñas y adolescentes (y una de ellas quedó embarazada)
Las autoridades indicaron que, desde hace más de 10 años, el imputado se ganaba con engaños la confianza de las víctimas a las que sometía a violaciones. Una de las afectadas, de 11 años, resultó embarazada.

Jesús E. E. fue detenido el pasado domingo en la provincia ecuatoriana de El Oro, tras un operativo llamado ‘Cero Impunidad’ en el que participaron diversas fuerzas del orden de Ecuador y Perú.
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La Policía de Ecuador explicó en un comunicado que el imputado cometía los abusos después de lograr “una relación de afectividad para captar niñas y adolescentes desde los seis hasta los 15 años en distintas comunidades “de bajos recursos”.
Las autoridades señalaron que engañaba a sus presuntas víctimas “mediante engaños, coacción y fuerza” para obligarlas a realizar “actos de naturaleza sexual”, no sin antes trasladarlas desde Quito hasta diferentes ciudades de Ecuador e incluso de Perú.
Antecedentes desde hace más de 10 años
Aunado a las más recientes acusaciones que se le imputan, la policía aseveró que hay otras cinco investigaciones abiertas en su contra por delitos contra la integridad sexual.
Dichas investigaciones datan desde 2011, año en el que se identificaron tres supuestas víctimas que fueron captadas mientras el hombre ejercía su falsa vocacional como sacerdote en comunidades alejadas y empobrecidas de Ecuador.
Otra víctima fue identificada en 2018, cuando una niña de 11 años fue captada dentro de una iglesia donde el falso sacerdote daba misa y clases de catecismo.
La policía asegura que la madre de la niña de 11 años fue convencida por el acusado de encargarse de su educación para “inculcarle la palabra de Dios” y así poder convivir con la víctima durante un año.
En ese tiempo, la niña habría quedado embarazada y, con engaños y documentos falsos, la víctima pudo ser registrada como hija del supuesto abusador, quien se la llevo a Perú.
En ese país, la menor dio a luz en un hospital donde el acusado les dijo a doctores y autoridades locales que la niña “había sido violentada sexualmente por un adolescente”.
Sin embargo, cuando tuvo que presentar documentación requerida por la policía peruana, el hombre abandonó a la niña y a la bebé recién nacida y se escapó con rumbo desconocido.
No fue hasta 2022 cuando autoridades de ambos países iniciaron una investigación para tratar de localizar al imputado, quien fue detectado ejerciendo como sacerdote en Lima, Perú, aunque con planes de cruzar hacia Ecuador.
Tras ser aprehendido, el hombre fue trasladado hasta la capital Quito donde fue procesado ante la Fiscalía General del Estado.
