Otilia García, originaria de Guatemala, dice que ella y su hija habían logrado cruzar el Río Bravo, pero al ser detenidas por las autoridades fueron separadas. Ella no es la única en esta situación, ya que a muchas familias las están devolviendo, a diferencia de hace unos días cuando los que viajaban con niños eran liberados. Por otro lado, en la frontera, los albergues de migrantes lucen abarrotados de personas y, en algunos casos, han tenido que habilitar carpas para seguir ofreciendo refugio.
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