Las mujeres embarazadas que se encuentran en el primer hospital de maternidad de Leópolis y esperan el momento de dar a luz deben correr, cada vez que suenan las alarmas antiaéreas, hasta un sótano acondicionado para protegerlas. A pesar de la situación que atraviesa Ucrania, algunas de ellas aseguran que no quieren abandonar su país y que confían en que "los ucranianos podamos sobreponernos y encontrar mejores circunstancias".
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