Hace nueve años Silvia Hernández se enteró de que estaba embarazada de trillizas y que dos de ellas estaban unidas por la parte inferior de sus cuerpos. Aunque los pronósticos eran desalentadores, la mujer asegura que mantuvo la fe y hoy cuenta una historia de superación que tiene por protagonistas a sus hijas, quienes sobrevivieron a la cirugía de separación y ahora brillan como porristas.
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