Giselle y su madre Evelyn arribaron a la frontera hace tres años escapando de la violencia en Honduras y buscando un mejor futuro en EEUU. Las dos llegaron bajo la política de separación de familias del expresidente Trump. La menor de 12 años logró reunirse con su padre que vive en Florida, pero Evelyn fue deportada al país centroamericano y desde entonces no se han vuelto a ver en persona. La mujer tiene la esperanza de que el gobierno de Biden les permita reunirse.
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