Decenas de personas, entre ellas familias enteras y niños, se reunieron en la mañana de este domingo en el estacionamiento del restaurante donde se registró el incidente que acabó con la vida de Rayshard Brooks. En esta oportunidad, a diferencia de la noche del sábado, quienes llegaron al lugar se tomaron unos minutos para orar y pedir de manera pacífica justicia en este caso.
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