DALLAS, Texas. El 24 de septiembre: una mañana que empezó como un traslado rutinario de migrantes detenidos por parte de agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de los Estados Unidos (ICE) terminó en un ataque armado en Dallas.
“Volví a nacer”: revelaciones del único sobreviviente al ataque a la sede de ICE en Dallas
José Andrés Bordones, único sobreviviente del ataque a la sede de ICE en Dallas, relata cómo vivió el tiroteo donde murieron otros dos detenidos. Desde el centro de detención en Texas, lucha por sanar sus heridas y obtener una Visa U para seguir en Estados Unidos.

Vía telefónica, desde un centro de detención de ICE en Texas, José Andrés Bordones Molina, un venezolano de 33 años, narró a Univision cómo escuchó los disparos y sintió los balazos dentro de una van y pensó que nunca más volvería a ver a su familia.
“Yo me siento afortunado, yo volví a nacer”, dice en una entrevista exclusiva con nuestra compañera Laura Cruces.
Fue el único sobreviviente del ataque, donde murieron Norlan Guzmán Fuentes, salvadoreño de 37 años, y Miguel Ángel García, mexicano de 31.
El sospechoso, identificado por las autoridades como Joshua Jahn, de 29 años, presuntamente disparó desde una azotea y luego se quitó la vida, según el FBI.
La madrugada del ataque: “nunca nos bajaron de la van”
“En lo que llegamos al estacionamiento, pasaron unos minutos hasta que empezó el tiroteo”, recuerda José Andrés.
La van de color blanco estaba estacionada frente a la sede de ICE, cercana a la autopista I-35E, cuando comenzaron los disparos.
“A nosotros en ningún momento nos bajaron de la van”, insiste.
Eran 10 per sonas adentro: “Había mexicanos, el salvadoreño que falleció, y éramos dos venezolanos”.
José Andrés iba esposado, sentado junto a Norlan Guzmán.
“Yo sí lo vi (a Norlan Guzmán) ya sin signos vitales”, cuenta, todavía incrédulo.
Los primeros disparos los confundieron:
“Al principio pensamos que eran ruidos del edificio, pero cuando empezaron a pegar contra la camioneta, entendimos que eran balas. Todos gritaban, algunos rezaban, otros lloraban”, relata.
Uno de los disparos le rozó el brazo, otro entró por el hombro, y otro le raspó la cabeza.
“Me agaché, me cubrí como pude. Le decíamos al chofer que se moviera, que intentara tocar el botón para entrar a la oficina”.
“Pensé en mi familia, que no los iba a ver más”
“Nunca había estado en una situación así. Yo solo pensaba en mi esposa y mis dos hijas en Maracay (una ciudad en Venezuela). Pensé que no las iba a volver a ver más”, dice con voz baja del otro lado del teléfono.
Tras el ataque, una empleada federal logró abrir la puerta y los detenidos corrieron a refugiarse.
“ Cuando nos bajamos todavía se escuchaban disparos. Corrimos a la oficina y ahí me empezaron a atender. Me pusieron un torniquete en el brazo porque estaba botando mucha sangre, pero nadie sabía qué hacer. Los agentes estaban en shock”.
Fue trasladado en una patrulla al Hospital Parkland, donde pasó dos días.
“Me hicieron una tomografía para ver si la bala había tocado el cráneo. Gracias a Dios no lo hizo”.
Luego fue devuelto a custodia de ICE en un centro de detención Prairieland, donde continúa su proceso migratorio.
Las víctimas del ataque
- Norlan Guzmán Fuentes, de El Salvador, murió en el lugar.
- Miguel Ángel García, mexicano, falleció días después en el hospital.
- José Andrés Bordones, venezolano, sobrevivió con tres heridas de bala.
“Si la bala del hombro hubiese bajado un milímetro, yo no estuviera contando esto”, dice José.
Cómo terminó en esa van
José Andrés llegó a Estados Unidos el 12 de agosto de 2024 a través del programa CBP One, con una cita aprobada.
“ Entré legalmente, con permiso de trabajo y seguro social”, afirma.
Meses después, fue detenido en el condado Tarrant por una parada de tráfico.
“Yo iba de copiloto, y el policía le pidió la licencia al chofer. Como no la tenía, me pidió la mía. Le dije que no la tenía en físico, pero la tenía en foto. No me la aceptó. A los cinco minutos llamó a una patrulla, y ahí me arrestaron”.
En la comisaría le informaron que tenía una orden de arresto pendiente por un robo menor en enero, cuando un amigo suyo hurtó unos cascos de moto.
“Yo no agarré nada, pero fui cómplice porque estaba con él”.
Permaneció ocho días detenido.
“El juez me dijo que ya había pagado mi condena, pero que quedaba en manos de ICE. Me dijeron que me iban a llevar a Dallas para procesarme y luego deportarme”.
Esa madrugada, cuando lo subieron a la van rumbo a ICE, no imaginó que su destino cambiaría de nuevo.
“Todo cambió después de ese día”
José Andrés dice que su visión del país se quebró.
“Yo quería trabajar, hacer mi vida aquí. Pero después de eso, ya no sé. Cualquier loco puede amanecer con ganas de matar a alguien”.
Admite que ahora vive con miedo.
“ A la vez quiero quedarme y a la vez no. Estoy solo aquí. No sé qué pueda pasarme mañana”.
Qué sabemos del sospechoso
El FBI identificó al sospechoso como Joshua Jahn, de 29 años, quien indican disparó desde una azotea cercana hacia la sede de ICE.
No hubo agentes heridos: El FBI continúa la investigación, el motivo no ha sido confirmado oficialmente.
El futuro de José: entre la deportación y una visa humanitaria
Las opiniones expresadas en esta pieza no son consejo legal. Por favor, consulta con un abogado para tu caso particular.
El abogado de inmigración Giancarlo Franco explicó a Univision que el equipo legal de José Andrés busca solicitar una Visa U, un beneficio para víctimas de delitos que cooperen con las autoridades.
“Él va a tener una audiencia para iniciar el proceso. Su caso califica por la gravedad del crimen y porque está colaborando con el FBI”, dijo el abogado.
Sin embargo, los antecedentes por el robo menor podrían complicar su elegibilidad.
“Si lo deportan antes de que se apruebe la visa, el trámite puede continuar desde Venezuela, pero requerirá apoyo legal constante”, añadió Franco.
José Andrés, entre la esperanza y el miedo, resume su dilema: “Yo no quiero regresar a mi país, pero tampoco quiero seguir aquí sintiendo miedo todos los días”.
Cronología del caso
- 12 de agosto de 2024: José Andrés entra legalmente con CBP One.
- Septiembre de 2025: Es detenido en Tarrant por una parada de tráfico.
- 24 de septiembre de 2025: Es trasladado en una van a la sede de ICE en Dallas; ocurre el ataque. Dos personas mueren; él sobrevive con tres heridas de bala.
- FBI afirma que el sospechoso, Joshua Jahn, actuó solo y se suicidó.
- José Andrés sigue detenido en Prairieland y sus abogados buscan una Visa U.
“Le doy gracias a Dios todos los días”
“Cuando cierro los ojos, escucho los disparos otra vez”. José Andrés habla despacio, todavía con la voz temblorosa.
“ Le doy gracias a Dios porque me dejó vivir. Yo volví a nacer ese día”.
Su cuerpo cicatriza, pero su mente aún no.
“A veces me duele el brazo, a veces me arde la cabeza, pero el dolor más fuerte es el miedo”.
Desde el centro de detención, llama a su familia en Venezuela cada semana.
“ Ellos lloraron cuando vieron la noticia. Me dijeron que decida lo que yo quiera, que lo van a respetar”.
Por ahora, su historia es la de un sobreviviente que espera una oportunidad para empezar de nuevo.
Si te encuentras en una situación de emergencia y necesitas ayuda inmediata, llama al 911.


















