“Cuando vi los casquillos en el suelo, ya era real”: los desgarradores testimonios de los niños sobrevivientes de la masacre de Uvalde
Desde el tiroteo que dejó 19 alumnos y dos maestras muertas en una escuela primaria de Texas, William, uno de los niños sobrevintes repite casi cómo un mantra la manera en que logró escaparse.
“Vi al atacante en la parte de atrás de la escuela, con una pistola, como caminando hacia algo. De inmediato corrí hasta el salón de clases”, le cuenta el niño a Univision Noticias.
Otro alumno que estaba en el salón en que ocurrió el tiroteo le contó a KHOU, un canal local de Houston, cómo el atacante les anunció que iban a morir y empezó a disparar a través de la puerta.
“Le dije a mi amigo que nos escondiéramos detrás de algo para que no nos encontrara”, explicó. “Me escondí como pude. Y le decía a mi amigo que no hablara para que no nos oyera”.
“ Cuando vi los casquillos en el suelo, ya era real”, dice.
Junto a otros cuatro compañeros se ocultó bajo una mesa que tenía un mantel. Eso le salvó la vida. “Le disparó a todo el mundo”.
Las maestras hicieron todo lo posible para evitar que los mataran. “Eran buenas maestras. Se pusieron delante de mis compañeros para ayudar a salvarlos”. También relató cómo el atacante le disparó a otra alumna cuando notó que estaba intentando llamar a la policía.
“ Cuando llegaron los policías dijeron: ‘Griten si necesitan ayuda’. Y una de mi clase dijo ‘ayuda’, el chico la oyó y le disparó”. Luego, cuenta, los agentes entraron en la clase y comenzó un tiroteo.
En Uvalde no creían que allí podía haber un tiroteo
Flor, una de sus compañeras, explica que sintió miedo porque pensaba que le iba a disparar. Y Adriana, también de cuarto grado, cuenta que ahora tiene una certeza: no quiere volver a la escuela. “No, porque puede pasar de nuevo”, dice la niña asustada.
Su abuela María cuenta cómo cuando la avisaron del tiroteo los minutos de espera se le hicieron eternos. “Es una cosa horrible para todas las abuelas y madres… la gente andaba llorando, sentíamos terror todos”, dijo.
“Es muy duro porque ahora sentimos este terror de que los niños no están a salvo en la escuela”. “No pensábamos que esto podía pasar aquí”, agregó esta vecina de Uvalde, una localidad de 15,000 habitantes de mayoría hispana situada a poco más de 80 millas de San Antonio (Texas).
Por su parte, Gina no piensa enviar a su hija a la escuela hasta que tenga garantías de que regresará siempre sana y salva. No quiere ni pensar en pasar por lo que están sufriendo 21 familias de su comunidad.
“Sientes un dolor muy fuerte cuando no sabes si está bien o no”.