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Este verano disfruta y protege tu cuerpo

El verano ha llegado y para disfrutarlo es necesario tomar las precauciones adecuadas para evitar accidentes y...
14 Jul 2005 – 12:00 AM EDT
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Las autoridades sanitarias advierten del efecto nocivo que conlleva tomar el sol para la salud. Sólo el sentido común, la prudencia y un factor de protección alto permitirá disfrutar del sol sin dañar la piel.

Rayos UVB Y UVA

Sabemos que el sol es fuente de vida. Proporciona calor, bienestar psíquico y ayuda al crecimiento al favorecer la síntesis de vitamina D, pero antes de recibirlo con los brazos abiertos, se deben de tomar las precauciones necesarias, pues en ello se juega la piel.

La doctora Carmen Fariña, dermatóloga de la Fundación Jiménez Díaz, advierte que "no es necesario que nos expongamos al sol. Para conseguir los beneficios del sol que requiere el organismo, bastan un simple paseo".

La exposición excesiva al sol conlleva una serie de riesgos para la piel, ya sea a corto o a largo plazo. El sol es el responsable del cáncer de piel, tanto melanoma como cáncer cutáneo no melanoma, el más frecuente, por lo que se debe tomar siempre con precaución.

Existen dos tipos de rayos ultravioleta que llegan a la superficie terrestre: UVA y UVB. La dosis de radiación recibida en un determinado punto de la superficie terrestre va a depender de múltiples factores como la latitud, la altura sobre el nivel del mar, la época del año, la presencia de nubes y el espesor de la capa de ozono.

La mayoría de la radiación UV que alcanza la superficie terrestre es radiación UVA, que penetra más profundamente en la piel y es la responsable de alergias solares, envejecimiento cutáneo y cáncer de piel. Los rayos UVB penetran menos que los UVA y son los causantes de las quemaduras solares y cáncer de piel.

A pesar de que han mejorado mucho los hábitos en cuanto a la aplicación de la protección solar, pues se ha abandonado la peligrosa moda de usar aceites y cremas que potencian el bronceado, la mayoría de las personas se aplica incorrectamente el protector solar, por lo que a pesar de creer que están tomando precauciones al exponerse al sol, se queman igualmente.

"La forma correcta de usar la protección consiste en aplicarla 30 minutos antes de la exposición solar, en casa y sobre la piel totalmente limpia y seca, y renovarlo cada dos o tres horas", advierte la doctora Carmen Fariña.

Uno de los errores más comunes es ponerse la crema una vez se está ya en la piscina o en la playa, donde el sudor, la arena y otros factores influyen en la efectividad del producto.

Jamás se deben aprovechar los productos usados del año anterior sin comprobar su fecha de caducidad y tras haberlos guardado durante todo el invierno. "Se debe evitar la exposición al sol entre las 12 pm y las 4 pm, pues en esas horas la dosis de radiación recibida es mayor", asegura la dermatóloga.

No hay que olvidar que cuando el sol está eclipsado por las nubes sus rayos dañan la piel de la misma manera que cuando brilla plenamente. "En esos días nublados se producen quemaduras serias", asegura la doctora, ya que la sensación de calor es menor.

Además, si se va a la playa o a la montaña se debe elegir el tipo de filtro y el excipiente más adecuado en cada caso, dependiendo del tipo de piel y de la actividad que vayamos a realizar. Un SPF 15 es el adecuado para piel morena y un SPF entre 30 y 50 el ideal para piel rubias y pelirrojas. De cualquier forma, cuanto más alto sea el factor, mejor protección se consigue.

Para los niños, máxima protección

Respecto a la protección solar en los niños, la doctora Carmen Fariña recomienda "no exponerlos al sol y, si se hace, es imprescindible ponerles ropa adecuada, gafas de sol y sombreros o gorras", además de utilizar un fotoprotector adecuado.

Nacemos con un capital solar que se debe administrar a lo largo de la vida. Se sabe que al cumplir los 25 años, la mayoría ya ha agotado el 80 por ciento de este capital. Por eso los cuidados en la infancia son primordiales, ya que cualquier quemadura en los primeros años de vida queda registrada en la memoria de la piel, sin poder dar marcha atrás.

Una protección adecuada durante los primeros 18 años de vida puede reducir el riesgo de desarrollar cáncer de piel en el futuro, pues es en esa primera etapa cuando se sufre entre el cincuenta y el ochenta por ciento de la exposición solar que se recibirá en toda la vida.

La dermatóloga advierte de que "la primera barrera de protección contra el sol es no tomarlo; la segunda es hacerlo con ropa, sombrero, y gafas de sol; y la tercera con un filtro de seguridad al menos del número 15".

Las enfermedades y muertes relacionadas con el calor son prevenibles y, aún así, anualmente muchas personas sucumben al calor extremo. Estas enfermedades ocurren cuando el cuerpo no puede compensarse y enfriarse apropiadamente. En un caso normal, esto sucede a través de la sudoración. Pero bajo ciertas condiciones, transpirar no es suficiente. En esos casos, la temperatura corporal de una persona sube rápidamente y cuando es muy alta puede dañar el cerebro y otros órganos vitales.

Se le llama calor extremo a las temperaturas que están 10 grados o más por encima de la alta temperatura promedio para la región y que dura por varias semanas.

¿Cuáles son los factores que afectan la habilidad del cuerpo para enfriarse en climas de calor extremo?

Cuando la humedad es alta, la transpiración no se evapora tan rápido y eso evita que el cuerpo exude más rápido el calor.

Obesidad

Fiebre

Deshidratación

Enfermedades del corazón

Enfermedades mentales

Circulación pobre

Quemaduras de sol

Uso de alcohol y drogas prescriptas.

Todos estamos expuestos a tener golpes de calor, pero hay grupos que tienen un riesgo mayor.

Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), los ancianos, las personas muy jóvenes y las que padecen enfermedades mentales y condiciones crónicas son las que tienen el mayor riesgo de sufrir de un golpe de calor.

Sin embargo, incluso los más saludables pueden sucumbir al calor si practican actividades físicas extenuantes durante climas muy calurosos.

En esos casos, y en cualquier otra actividad realizada en el verano, lo mejor es ayudar a que funcionen correctamente los mecanismos de enfriamiento del cuerpo.

La buena noticia es que las enfermedades inducidas por el calor son fácilmente prevenibles.

Para proteger tu salud cuando las temperaturas son extremadamente altas, lo mejor es usar tu sentido común y seguir estos consejos:

Bebe gran cantidad de líquidos. Necesitas incrementar la ingesta de fluídos, no importa cuál sea tu nivel de actividad. No esperes a sentir sed para beber. Cuando practiques ejercicio, bebe de1 a 4 vasos de líquidos fríos cada hora. Una advertencia: si tu doctor generalmente te limita la cantidad de líquidos o estás tomando píldoras para evitar la retención de líquidos, pregunta cuánto debes beber mientras el tiempo permanezca tan cálido. Evita ingerir líquidos que contengan cafeína, alcohol o grandes cantidades de azúcar (como las bebidas carbonatadas), ya que en realidad te harán perder más fluídos corporales y evita las bebidas muy heladas porque te pueden causar calambres estomacales.

Reemplaza las sales y minerales. La transpiración remueve las sales y minerales de tu cuerpo y éstos son necesarios. Una bebida deportiva puede reemplazarlos, pero si estás en una dieta baja en sodio habla con tu doctor antes de tomarlas.

Vístete con ropa apropiada y usa protector solar. Cuando estés en casa usa tan poca ropa como puedas, elige colores claros, telas livianas y prendas sueltas. Cuídate de las quemaduras solares: afectan la habilidad de tu cuerpo para enfriarse y causan pérdida de fluídos corporales.Si debes salir, protégete usando un sombrero de ala ancha, anteojos de sol y un protector SPF 15 o mayor.

Planifica tus actividades al aire libre con cuidado. Si debes salir, trata de limitar tus actividades afuera en las horas de la mañana y al caer la tarde. Intenta descansar seguido en las áreas de sombra de manera que el termostato corporal tenga una oportunidad para recuperarse.

Impón tu propio ritmo. Si no estás acostumbrado a trabajar o ejercitarte en un ambiente muy cálido, empieza despacio y ve aumentando tu ritmo gradualmente. Si realizar una actividad en el calor te hace latir el corazón más rápidamente y te deja sin aliento, para inmediatamente. Vete a un área fresca o al menos a la sombra y descansa, especialmente si estás mareado, te sientes confuso, débil o te desmayas.

Manténte dentro. Siempre que puedas mantente dentro en un lugar con aire acondicionado. Si tu casa no lo tiene, vete a un mall o una biblioteca pública: incluso un par de horas en un lugar con aire acondicionado pueden ayudar a tu cuerpo a mantenerse más fresco cuando vuelvas al calor. Llama a tu departamento de salud local para preguntar si hay lugares para refugiarse del calor en tu área. Otra forma de aliviarte son los ventiladores, pero cuando la temperatura está en los 90s, los ventiladores no evitarán las enfermedades relacionadas con el calor. También puedes darte un baño frío.

Ponte de acuerdo con tus amigos. Arregla con tus compañeros de trabajo que monitoreen la condición en que se encuentran. Las enfermedades provocadas por el calor pueden causar que una persona se torne confusa o pierda conciencia.

Monitorea a los que están en riesgo. Los infantes y niños hasta los 4 años son más sensibles a los efectos de las altas temperaturas y los mayores de 65 años no siempre pueden compensar el calor eficientemente. También las personas con sobrepeso son más propensas a sufrir de problemas inducidos por el calor y las que tienen alguna enfermedad física, especialmente condiciones del corazón, hipertensión o que toman medicinas para la depresión, insomnio y circulación pobre.

Usa tu sentido común. Evita las comidas calientes y pesadas, limita la exposición al sol durante las horas del mediodía y en lugares de exposición severa potencial como las playas, no dejes bebés, niños ni mascotas en los autos estacionados y provee suficiente agua fresca a tus mascotas. Fuente: Centros para el Control y Prevención de Enfermedades

Si tus niños sufren algún caso de deshidratación o quemadura, acude a:

California Childcare Health Program 1333 Broadway, Suite 1010 Oakland, CA 94612-1926Teléfono: 1-800-333-3212

Los ancianos pueden combatir los embates del calor en el Delano Regional Medical Center. Este centro abre por las tardes cuando las temperaturas pronosticadas superen los 100 grados o cuando se produzcan cortes de energía eléctrica.

El centro ofrece actividades como juegos de cartas y otros entretenimientos de salón, amén de refrescos.

Dirección:

1401 Garces HighwayDelano, CA 93215

Teléfono: (661) 725-4800.

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