Una multitud se congregó en el National Mall de Washington DC para participar de la Marcha por la Vida, apenas seis días después de que ese mismo lugar fue inundado por miles de opositores del presidente Donald Trump, muchos de ellos defensores del derecho a la interrupción voluntaria del embarazo. Algunos de los que participaron dijeron estar agradecidos porque tienen un presidente que se define provida al igual que ellos, según reportes de prensa. (Foto/Reuters) Crédito: YURI GRIPAS/REUTERS
El tema se ha encendido ante la promesa de Trump de designar a un juez antiabortista para llenar el puesto que quedó vacante tras la muerte de Antonin Scalia. El vicepresidente Mike Pence es también una voz fuerte dentro del movimiento que se opone a que las mujeres decidan sobre lo que hacen con sus cuerpos. "La vida está ganando nuevamente en Estados Unidos", dijo varias veces Pence a la concurrencia. Sin embargo, no mencionó que la tasa de abortos en EEUU alcanzó en 2014 un mínimo histórico: 14.6 abortos por cada mil mujeres (de 15 a 44 años) en 2014, la tasa más baja desde la aprobación de Roe vs. Wade. Expertos aseguran que la baja está relacionada con el aumento en los últimos años del acceso a los anticonceptivos, la educación sexual y la planificación familiar. Mientras más prevención, menos abortos (Foto/Reuters) Crédito: YURI GRIPAS/REUTERS
Como gobernador de Indiana, Pence firmó leyes de aborto que han sido consideradas por muchos como las más estrictas de EEUU. Ahora, como vicepresidente, también ha expresado su intención de retirar el financiamiento a Planned Parenthood, las clínicas que ofrecen todo tipo de servicios de salud reproductiva, sobre todo aquellas de bajos recursos. Una de cada cinco mujeres que asiste a PP es latina. Aunque las opiniones sobre este proveedor están divididas y politizadas, la evidencia indica que son cruciales para la salud de las estadounidenses (Foto/Reuters). Crédito: YURI GRIPAS/REUTERS
Los participantes llevaron pancartas en las que vincularon a Trump con la 'ley de Dios'. Aunque se ha definido como 'prolife' o en contra del aborto con excepciones, su posición no ha sido explicada claramente. El pasado mes de marzo, en plena campaña presidencial, el entonces candidato republicano aseguró que las mujeres que se realizaban abortos deberían ser castigadas. Su propuesta generó un fuerte rechazo e hizo que
las mujeres respondieran con firmeza compartiendo sus testimonios: "Yo aborté Donald Trump y no me vas a castigar #Won'tBePunished". (Foto/Reuters) Crédito: YURI GRIPAS/REUTERS
"Los bebés pueden sentir la alegría estando en el útero", se lee en una de las pancartas. Aunque los manifestantes aseguran estar a favor de la vida, la evidencia indica que el acceso a abortos seguros —que es legal en EEUU desde 1973— salva vidas, reduce la tasa de abortos y empodera a las mujeres a respetar y controlar sus cuerpos (Foto/Reuters). Crédito: YURI GRIPAS/REUTERS
En sus primeras medidas como presidente, Trump
reinstauró una política que prohíbe la ayuda estadounidense a organizaciones no gubernamentales en el extranjero que faciliten o promuevan el aborto. Esta decisión de Trump de
restablecer la prohibición de esos fondos ha encendido las alarmas, pues aunque se trata de un tema que siempre ha sido polémico en cada cambio de administración, este primer cambio marca de entrada la línea de manejo del nuevo presidente sobre los asuntos de la salud reproductiva de la mujer, la planificación familiar y por supuesto el aborto. (Foto/Reuters) YURI GRIPAS/REUTERS
Lo participantes comenzaron a congregarse cerca de las 10:00 de la mañana y a la 1:00 de la tarde iniciaron su recorrido por la Avenida Constitución para llegar a la Corte Suprema, la máxima instancia judicial del país, justo una semana después de que se llevara a cabo una multitudinaria marcha a favor de la defensa de los derechos reproductivos de las mujeres y su capacidad de decidir (Foto/Reuters). Crédito: AARON P. BERNSTEIN/REUTERS