Del desconocido coronavirus a su vacuna en menos de 365 días: cómo la ciencia cambió el final del doloroso 2020
Hace poco más de 365 días, el mundo y sus dinámicas se vieron alteradas. Un nuevo virus identificado en la remota provincia de Wuhan (China) pronto socavaría nuestros hábitos más elementales, dejando a su paso una estela de muerte, miedo y sufrimiento. La ciencia estaba por enfrentarse a una de sus más duras pruebas.
Hoy podemos decir que ha estado a la altura del desafío: en tiempo récord, descifró a ese patógeno, los mecanismos de la enfermedad que produce, las maneras para frenarle el paso, rastreó sus mutaciones, líneas de tratamiento y hasta se desarrollaron vacunas que ya están siendo distribuidas en la población -un imposible hecho posible-. Logros todos que presenciamos en tiempo real y en primera fila.
“Usamos todas nuestras rimbombantes herramientas y las aplicamos a este virus”, dice a The Atlantic, el virólogo Florian Krammer, de la Escuela de Medicina Icahn, en Mount Sinai.
“Esto quedará registrado en la historia como uno de los mayores logros médicos y científicos. Quizá el mayor”, tuiteó el médico Eric Topol acerca del desarrollo de las vacunas.
“Lo que vemos aquí es la culminación de años de investigación que han llevado a este fenómeno que de verdad no tiene precedentes. Y es el ir del darnos cuenta de que estamos lidiando con un patógeno nuevo, un virus que fue descrito en enero, a en menos de un año tener vacunas que están siendo colocadas en los brazos de tanta gente como yo”, dijo Anthony Fauci al recibir su primera dosis de la vacuna de Moderna en días recientes.
En el proceso hubo desaciertos, traspiés y tragos amargos que costaron vidas. Y la pesadilla aún no termina. Pero hay hitos que debemos -y merecemos- celebrar.