Trump y DeSantis dan una muestra de la que sería una agria contienda electoral con estrategias distintas

Esta semana nos mostró un preámbulo de lo que podría ser una amarga pelea entre el expresidente Donald Trump y el gobernador de Florida, Ron DeSantis, por presentarse como el aspirante que se debe quedar con la nominación presidencial republicana.

Vimos a un Trump con un ritmo constante de ataques contra su principal rival, DeSantis, que no perdió el rastro de los comentarios del gobernador de Florida en sus actos de campaña para tratar de resaltar su fortaleza como el principal precandidato del Partido Republicano.

Un día Trump apareció en Iowa mientras DeSantis hacía campaña en New Hampshire. Allí recibió preguntas de unos 200 miembros de un club conservador reunidos en un restaurante del área de Des Moines poco después de que DeSantis mostró su molestia con un reportero de The Associated Press que le preguntó por qué no aceptaba preguntas de los votantes en sus eventos.

“Muchos políticos no aceptan preguntas. Dan un discurso”, dijo Trump a los miembros de la audiencia, muchos vistiendo gorras rojas con la inscripción “Make America Great Again” en apoyo a su movimiento político.

A lo largo de esa jornada, Trump también rechazó repetidamente el argumento de DeSantis de que se necesitarán dos mandatos en la Casa Blanca para implementar su agenda, una referencia velada a Trump, que solo puede cumplir un mandato adicional si llega a ganar en 2024.

"¿Quién diablos quiere esperar ocho años?”, dijo Trump alegando que, según él, solo le tomaría seis meses deshacer las políticas del presidente Joe Biden.

Cuando se le preguntó a DeSantis sobre este comentario en específico del expresidente lo desestimó diciendo que Trump ya tuvo la oportunidad de solucionar los problemas de la nación durante su gobierno. "¿Por qué no lo hizo en sus cuatro años?”, preguntó.

Una potencial campaña caldeada entre Trump y DeSantis

Estas primeras apariciones en el marco de la carrera por la nominación republicana muestra un potencial escenario electoral en el que Trump ataca a DeSantis y promete regresar a la Casa Blanca para deshacer rápidamente los logros de su antecesor y en el que el gobernador limita sus respuestas y críticas directas a Trump mientras trata de llevar al ámbito nacional su agresivo estilo de gobierno.

Ambos aspirantes se presentan como los luchadores más acérrimos de las causas conservadoras y la mejor oportunidad de su partido para bloquear la reelección de Biden el próximo año. Este jueves fue la primera vez en que ambos estuvieron en campaña con sus posibles votantes desde que DeSantis anunció su aspiración a la candidatura presidencial republicana la semana pasada.

En sus cuatro eventos en New Hampshire, DeSantis abandonó el escenario sin invitar a los votantes a hacer preguntas, algo que generalmente se espera de los precandidatos presidenciales que compiten en el estado donde se inician las primarias. Tampoco respondió ninguna pregunta en el escenario de los votantes en Iowa.

Por eso, mientras se tomaba fotografías y saludaba a los presentes después de hablar en Laconia, un reportero de AP le preguntó por qué no había tomado ni respondido preguntas de la audiencia. “La gente se acerca a mí, me habla. ¿De qué estás hablando? ¿Estás ciego?", dijo un molesto DeSantis. "¿Estás ciego? La gente se me acerca, me habla de lo que quiera”, agregó el precandidato.

Los votantes hablan sobre Trump y DeSantis

Alan Glassman, tesorero del Partido Republicano del estado, asistió al evento y dijo que le decepcionó que el gobernador de Florida no contemplara unos minutos a unas preguntas y respuestas. Glassman y su esposa afirmaron que no irían a los otros eventos de DeSantis de ese día porque era probable que tampoco aceptara preguntas improvisadas.

"Esto es New Hampshire. La realidad es que la gran mayoría de quienes seguimos la política aquí en New Hampshire hacemos nuestro trabajo completo. Queremos saber cuál es la posición de estas personas y gran parte de eso consiste en escucharlos y luego hacerles preguntas”, dijo Glassman. “Solo espero que la próxima vez que el gobernador se presente aquí interactúe más con la gente”, agregó.

Durante su visita a New Hampshire, además de sutiles ataques a Trump, DeSantis centró su atención en Biden y la decisión demócrata de cambiar el cronograma de sus primarias presidenciales. El Comité Nacional Demócrata decidió que New Hampshire celebre sus primarias demócratas el mismo día que Nevada. Esto como parte de una reorganización con la que asegura que quiere empoderar a los votantes negros y de otras minorías vitales para la base de apoyo del partido.

El calendario del Partido Republicano se decide por separado, pero los cambios de los demócratas han irritado a los miembros de ambos partidos en New Hampshire. “Me alegra que los republicanos se mantengan firmes y se comprometan con New Hampshire”, dijo DeSantis.

Matt Johnson, un consultor de 55 años de Windham que asistió al tercer evento del día de DeSantis en Salem, dijo que Trump y el gobernador presentan a los votantes una opción real y destacó que, de DeSantis, le gustó que “ha demostrado que realmente puede lograr cosas en el gobierno”.

Trump "habló mucho e hizo algunas cosas, pero realmente no logró muchas de las cosas que probablemente debió haber hecho", dijo Johnson.

Pero Walter Kirsch, residente de Warner de 64 años, dijo que los republicanos deben darse cuenta de que, a pesar de que a veces es "tosco", Trump finalmente será el candidato del partido en 2024. Kirsch, quien estaba entre varias docenas de simpatizantes que ondeaban banderas de Trump afuera de un evento de DeSantis el jueves por la noche en Manchester, conminó a DeSantis a “pensar en lo que está haciendo y se retire y de paso al hombre que se lo ganó”.

“Ron DeSantis ha estado haciendo un trabajo increíble en Florida. Debería quedarse allí. Siento que puede estar destruyendo su carrera política”, dijo Kirsch.

Crece la competencia entre los republicanos

Y mientras Trump y DeSantis intentan captar a los votantes republicanos, el grupo de precandidatos presidenciales del partido sigue creciendo.

Se espera que el exgobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, inicie su campaña por la nominación presidencial republicana el 6 de junio en New Hampshire, mientras que el día siguiente harán lo mismo el exvicepresidente Mike Pence y el gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum.

El senador estadounidense Tim Scott de Carolina del Sur, la exembajadora ante la ONU Nikki Haley, el exgobernador de Arkansas Asa Hutchinson y el emprendedor biotecnológico y activista 'anti-woke' Vivek Ramaswamy se encuentran entre los otros precandidatos que ya están en la contienda.

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