El Kremlin afirmó este lunes que no ve "pruebas significativas" de que el gobierno ruso tratara de influir las elecciones presidenciales de Estados Unidos, después de que el Departamento de Justicia estadounidense presentara este viernes cargos contra 13 ciudadanos y empresas rusas por haber tratado de favorecer la campaña de Donald Trump.
Moscú afirma que en el proceso contra 13 rusos no ven "pruebas significativas" de injerencia en elecciones de 2016
El portavoz del Kremlin declaró este lunes que siguen "sin ver pruebas significativas de que alguien se haya involucrado" en las elecciones estadounidenses, para favorcer a Donald Trump y perjudicar a Hillary Clinton.

"Seguimos sin ver pruebas significativas de que alguien se haya involucrado" en las elecciones estadounidenses, declaró a los periodistas el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.
La justicia de Estados Unidos acusó formalmente el viernes a 13 ciudadanos rusos, entre ellos un allegado del presidente Vladimir Putin, y tres empresas por haber favorecido en 2016 la candidatura electoral de Donald Trump.
Los cargos formulados señalan que una agencia de propaganda rusa lideró una conspiración criminal y de espionaje para favorecer a Trump y perjudicar la candidatura de Hillary Clinton.
El documento identifica a la "organización" detrás de esta operación como Internet Research Agency LLC, ubicada en San Petersburgo y para la que trabajaban 12 de los acusados. Indica que buscó difundir "una guerra informática contra Estados Unidos a través de personas ficticias en plataformas de medios sociales y de otros medios en internet". El trabajo de esta empresa comenzó en 2014.
Entre sus actividades estuvo la creación de contenido falso en internet, la compra fraudulenta de publicidad o el hacerse pasar falsamente por activistas políticos suplantando identidades de estadounidenses.
El acta de acusación no menciona sin embargo connivencia entre el equipo de campaña de Trump y el gobierno ruso, y se refiere únicamente a "ciudadanos rusos".
No hay "ninguna indicación de que el gobierno ruso esté implicado", prosiguió Peskov.
"Por eso insistimos en que consideramos estas pruebas infundadas, no las consideramos para nada exhaustivas o legítimas y no podemos estar de acuerdo con ellas", agregó.
"Rusia no se ha involucrado y no acostumbra a involucrarse en los asuntos de otros países. Y no lo hace actualmente", concluyó Peskov.
El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, ya había adelantado su opinión el sábado en Munich, Alemania, al tildar las acusaciones estadounidenses de "palabrería".
Peskov dijo a periodistas que las acusaciones de involucramiento del Estado ruso eran injustas y carecían de fundamentos.













