Ivanka Trump viaja con su padre, se codea con presidentes y hace 'diplomacia', pero ¿cuál es su trabajo?

Apenas llegar a la Casa Blanca Donald Trump hizo dos nombramientos que dispararon algunas alarmas por el posible nepotismo en el que se estaba bordeando al darle a su hija Ivanka y al esposo de esta, Jared Kushner, el título de asesores principales de la presidencia.

La figuración de Ivanka Trump durante la reciente gira de su padre por Asia, donde participó en la reunión del G-20 en Japón, y luego en un breve encuentro con el líder norcoreano Kim Jong Un en la zona desmilitarizada entre las dos Coreas, reactivó las críticas de quienes siguen preguntándose cuáles son las credenciales de la hija del presidente para tener un cargo en la administración.

La congresista demócrata por Nueva York Alexandria Ocasio-Cortéz dijo en un mensaje en su cuenta de Twitter que "ser la hija de alguien no es una cualidad para una carrera" y afirmó que "perjudica la posición diplomática" de EEUU, haciendo referencia a un video en el que se ve a la asesora presidencial tratando de intervenir en una conversación entre la presidenta del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, el presidente de Francia, Emmanuel Macron y la primera ministra británica, Theresa May.

Trump siempre ha tenido a su lado a su hija Ivanka Trump, quien poco a poco ha ido ganando espacios e influencia hasta el punto de conseguir siempre un asiento de primera fila en varias de las giras internacionales de su padre.

Durante aquella gira asíatica, el 20 de junio, en la Base Aérea de Osan en Corea del Sur, donde Trump contaba a las tropas estadounidenses sobre e´l histórico encuentro con Kim Jong Un, presentó al secretario de Estado Mike Pompeo, y luego le dio una sorpresa. "¿Saben a quién más tengo? ¿Alguien ha oído hablar de Ivanka?", dijo a los soldados.

Inmediatamente invitó su hija a subir al escenario y bromeó al señalar a Ivanka y Pompeo como "la bella y la bestia". "Se va a robar el espectáculo", dijo Trump.

Una nota del diario The New York Times analiza que la hija del presidente ha asumido el rol de portavoz no oficial del gobierno de Trump y un papel diplomático que nadie le ha asignado que algunos miran con recelo y desconcierto.

“Ivanka Trump no es parte del Consejo de Seguridad Nacional; no asesora para nada en los temas que se estaban discutiendo”, manifestó al diario, Michael A. McFaul, exembajador estadounidense ante Rusia durante el gobierno de Barack Obama.

La Casa Blanca cuestionó por “patéticas” la andanada de críticas que ha recibido la hija del presidente.

“Es triste pero no sorprendente que los ‘odiadores’ escojan atacar a Ivanka Trump, una asesora principal del presidente, cuando ella está promoviendo esfuerzos de EEUU para empoderar mujeres mediante una estrategia de asociaciones con líderes mundiales”, indicó la vicesecretaria de comunicaciones de la presidencia Jessica Ditto, en un mail enviado al diario.

No solo fue ese momento en el que la asesora presidencial, de 37 años, estuvo presente en esa gira. Concedió entrevistas a los medios, apareció en fotografías.

En la cumbre del G-20 en Japón, también Ivanka Trump compartió mesa con su padre y el primer ministro japonés, Shinzo Abe en un evento especial.

Además, acompañó a su padre en la histórica primera visita que hace un presidente estadounidense a territorio de Corea del Norte.

Al final del encuentro, un reportero le pidió que describiera la experiencia y ella respondió: "Surrealista".

La asesora ha estado a menudo al lado de su padre durante su presidencia y le ha acompañado en otros viajes al extranjero, incluyendo una visita de estado al Reino Unido a finales de mayo.

En ausencia de la primera dama Melania Trump, la hija-asesora ocupa sin necesidad de ser formalmente encargada, el papel de acompañante del presidente.

Trabajo indefinido

El problema que ven algunos es que, al igual que sucede con sus funciones en la Casa Blanca, las responsabilidades de Ivanka Trump no están muy bien definidas.

En la gira asiática, Trump fungió por momentos como asesora, como diplomática, como acompañante del presidente y hasta como portavoz, ante la notable falta de Sarh Huckabee Sanders, quien acaba de terminar su trabajo como secretaria de prensa.

“El hecho de que Trump deje a su propia hija, que no tiene preparación ni lo básico para participar en eventos diplomáticos, evidencia la manera amateur como la administración de Trump se aproxima a la política exterior”, asegura Larry Jacobs, director del Centro de Estudios Políticos de la Universidad de Minnesota, citado por el diario The Guardian.

Superó el sacudón inicial que produjo en Washington el nombramiento de miembros de la familia Trump como parte del equipo presidencial, el perfil de Ivanka y su esposo Jared se había reducido. Incluso, meses atrás circularon versiones de medios que indicaban que el presidente quería sacarlos del equipo para regresaran a sus negocios en Nueva York.

Ivanka ha logrado superar el freno que intentaron ponerle dentro de la Casa Blanca el anterior jefe de gabinete, John Kelly, o el exsecretario de Estado, Rex Tillerson, hoy fuera de la administración Trump.

Su prominencia en la reciente gira asiática demuestra que su estrella permanece intacta, cosa de la que no muchos otros funcionarios del actual gobierno pueden ufanarse. Claro, no todos los demás empleados del presidente tienen la particularidad de ser familia del jefe.