Las calles trancadas de un caluroso centro de Cleveland se llenan de policías en bicicletas, caballos y a pie. Unos custodiaban a una pequeña pero ruidosa marcha antiTrump y otros protegían la entrada de los delegados republicanos al Museo de Rock and Roll, donde asisten a un evento de bienvenida. La convención que aún no comienza ya se siente en el centro de la ciudad.