El primer ministro japonés Shinzo Abe hará historia el próximo 27 de diciembre cuando llegue a Pearl Harbor en Hawai y presente sus respetos a la víctimas del sorpresivo ataque japonés que el 7 de diciembre de 1941 que dejó 2,400 muertos.
El primer ministro japonés visitará Pearl Harbor en un gesto sin precedentes, pero no pedirá disculpas por el ataque
Shinzo Abe busca profundizar la relación entre ambos países, adversarios durante la guerra y cercanos socios actualmente, pero que nunca han ofrecido disculpas por las atrocidades que se cometieron durante la Segunda Guerra Mundial.


Se trata de un gesto sin precedente en la historia de Tokio y Washington: Abe visitará la base aérea estadounidense del Pacífico tan sólo semanas después del aniversario número 75 del ataque que metió a EEUU de lleno en la segunda Guerra Mundial.
La visita se asemeja a la que hizo el presidente Barack Obama cuando viajó a Hiroshima en mayo pasado, la ciudad donde la aviación estadounidense lanzó la primera bomba nuclear, cobrando la vida de 140,000 personas.
Pero los voceros oficiales nipones han aclarado que Abe solo expresará condolencias “pero no dará disculpas” a Washington por la acción militar.
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“Obama y Abe no estarán dando disculpas, sino expresando condolencias por las vidas perdidas. Abe usará este momento para hablar del legado de la guerra y la posibilidad de reconciliación entre adversarios”, aseguró Sheila Smith, experta en Japón del Council on Foreign Relations.
Cuando Abe dio un discurso en el Congreso en Washington, en abril de 2015, habló justamente de condolencias y reconciliación, pero ir específicamente al lugar del ataque, tiene un significado especial. Expertos en la relación bilateral esperan que utilice el mismo tono y mensaje en la visita a Pearl Harbor.
Palabras de reconciliación
Ningún líder estadounidense o japonés ha pedido perdón por lo sucedido durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, el gesto de Abe no viene de improviso y se cimienta en acercamientos delineados por sus antecesores.
Por ejemplo, en 1995 el primer ministro Tomiichi Murayama entregó una “sentida disculpa” por las atrocidades que su país cometió durante la Segunda Guerra Mundial, sin mencionar específicamente a Pearl Harbor. “Considero en un espíritu de humildad, estos hechos irrefutables de la historia y expresamos una vez más mis sentimientos de profundo arrepentimiento”, dijo.
En el aniversario número 60 de Pearl Harbor el primer ministro Junichiro Koizumi dijo que Japón había causado “un tremendo daño y dolor a las personas de muchos países, especialmente asiáticos” y en base a eso pidió una disculpa.
Pero ninguno de ellos había tocado tan de cerca el tema de las víctimas estadounidenses como lo hizo Abe en 2015.
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Una relación complicada
La Casa Blanca ha descrito la visita de Abe como una oportunidad para mostrar “el poder de la reconciliación, que ha transformado a adversarios en aliados cercanos, unidos por intereses e ideales comunes”.
Precisamente uno de esos intereses comunes es el manejo de China. “A ambos les preocupa los elementos de desestabilización en el poder chino. Para los japoneses el poder militar chino se está incrustando en sus aguas y espacio aéreo”, explicó Smith.
En 2010 y 2012 China y Japón se enfrentaron por una disputa territorial sobre un grupo de islas no habitadas al este del mar chino y eso elevó la tensión en Asia.
“Para Estados Unidos esto se tradujo en la garantía de asistencia por parte de Estados Unidos a Japón, en caso de que fuera atacado. Desde entonces Estados Unidos y Japón han modernizado su coordinación de alianza. Han acordado trabajar juntos para evitar errores que puedan llevar a una escalada de guerra”, comentó Smith.
Según la experta, Estados Unidos ha jugado un rol significativo como facilitador de un diálogo respecto a cómo pensar sobre seguridad y estabilidad en Asia.
La reunión entre Abe y Obama en Hawai será el punto culminante de la actual administración y su manejo de la relación bilateral. Un punto que quedó inconcluso en la agenda fue lograr el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), un tema que murió con el siguiente gobierno.
Incertidumbre con Trump
Japón no ha ocultado su preocupación respecto al futuro de la relación bilateral con Trump en la Casa Blanca.
Abe fue el primer líder extranjero en visitar al presidente electo luego de su victoria en noviembre, cuando fue a la Torre Trump.
La amenaza de un debilitamiento en la relación con Washington puede tener serias repercusiones para el balance de poder en Asia.
Durante su campaña Trump criticó a Japón y otros países donde Estados Unidos tiene tropas por no asumir la carga suficiente en el área de seguridad y “pagar lo justo”. Actualmente hay 54,000 efectivos militares en Japón.

























