Una corte federal de apelaciones dictaminó este viernes que el presidente Donald Trump no tenía derecho legal para imponer aranceles a las importaciones a Estados Unidos desde casi todas las naciones del mundo, pero dejó en vigor por ahora su iniciativa.
Corte de apelaciones considera inconstitucionales los aranceles de Trump, pero los mantiene vigentes por ahora
La corte confirmó en gran medida una decisión judicial tomada en mayo, pero desestimó una parte de ese fallo que anulaba los aranceles de forma inmediata.

El tribunal confirmó en gran medida una decisión tomada en mayo por una corte federal de Nueva York especializada en comercio.
Sin embargo, desestimó una parte de ese fallo anterior que anulaba los aranceles de forma inmediata, lo que le da tiempo al gobierno para apelar ante la Corte Suprema.
La decisión judicial complica las ambiciones de Trump de revertir por completo décadas de política comercial estadounidense. El presidente cuenta con leyes alternativas para imponer impuestos a las importaciones, pero serían más limitantes en cuanto a la velocidad y la severidad con las que le permitirían actuar.
La forma errática en que Trump ha implementado sus aranceles sacudieron los mercados globales, alejaron a los socios comerciales y aliados de Washington y generaron temores sobre un posible aumento de precios y una desaceleración del crecimiento económico.
Trump también utilizó los gravámenes para presionar a la Unión Europea, Japón y otros países a aceptar acuerdos comerciales unilaterales y para ingresar decenas de miles de millones de dólares al Tesoro federal con los que contrarrestar los enormes recortes de impuestos que promulgó el 4 de julio.
¿Cómo afectaría al gobierno que se llegaran a anular los aranceles impuestos por Trump?
“Si bien los acuerdos comerciales existentes podrían no desmantelarse automáticamente, el gobierno podría perder un pilar de su estrategia de negociación, lo que podría envalentonar a gobiernos extranjeros a resistir futuras demandas, retrasar la implementación de compromisos previos o incluso intentar renegociar los términos”, opinó antes de conocerse el fallo de este viernes Ashley Akers, del bufete Holland & Knight y exabogada litigante del Departamento de Justicia.
“Un fallo en contra de los aranceles representaría no solo una derrota legal, sino un duro golpe al modelo coercitivo de diplomacia comercial del gobierno”, agregó.
El Ejecutivo también podría tener que reembolsar parte de los impuestos de importación que ha recaudado, lo que representaría un duro golpe financiero para el Tesoro de EEUU.
“¡Sería como 1929 otra vez, una GRAN DEPRESIÓN!”, declaró Trump en una publicación anterior en su red Truth Social.
El Departamento de Justicia advirtió en una presentación legal este mes que revocar los aranceles podría significar la ruina financiera para EEEU.
Los ingresos por aranceles ascendieron a $142,000 millones en julio, más del doble que en la misma fecha del año pasado.
¿A qué tipo de aranceles afecta el fallo judicial de la corte de apelaciones?
El fallo judicial afecta a dos conjuntos de aranceles a la importación, los cuales fueron justificados por Trump mediante la declaración de una emergencia nacional bajo la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA) de 1977.
Por un lado, impacta sobre los aranceles que anunció el 2 de abril —el "Día de la Liberación", como lo llamó—, cuando impuso aranceles "recíprocos" de hasta el 50% a los países con los que EEUU tiene supuestamente un déficit comercial y un arancel "base" del 10% a prácticamente todos los demás.
El presidente comenzó a aplicar los aranceles con varias modificaciones en agosto, pero los bienes procedentes de países con los que EEUU tiene superávits también están sujetos a impuestos.
Por otro lado, el fallo afecta a los “aranceles por tráfico” que anunció el 1 de febrero sobre las importaciones de Canadá, China y México. Estos fueron diseñados para instar a dichos países a tomar medidas más drásticas para detener lo que declaró una emergencia nacional: el flujo ilegal de drogas e inmigrantes a través de sus fronteras hacia EEUU.
Esta impugnación judicial no abarca otros aranceles de Trump, incluyendo los impuestos al acero, el aluminio y los automóviles extranjeros que impuso después de que las investigaciones del Departamento de Comercio concluyeran que dichas importaciones representaban amenazas a la seguridad nacional de EEUU.
Tampoco incluye los aranceles que impuso a China durante su primer mandato —y que el presidente Joe Biden mantuvo— después de que una investigación gubernamental concluyera que Pekín utilizó prácticas desleales para dar a sus propias empresas tecnológicas una ventaja sobre sus rivales de EEUU y otros países occidentales.
¿Qué argumentan sobre los aranceles el gobierno y los demandantes que los impugnaron?
La Constitución otorga al Congreso la facultad de imponer impuestos, incluyendo aranceles. Sin embargo, durante décadas, los legisladores han cedido autoridad al presidente, y Trump ha aprovechado al máximo este vacío de poder.
Sin embargo, la afirmación de Trump de que la IEEPA le otorga esencialmente poder ilimitado para gravar las importaciones generó rápidamente impugnaciones legales, al menos en siete casos.
Ningún presidente había utilizado jamás la ley para justificar aranceles, aunque la IEEPA se había utilizado con frecuencia para imponer restricciones a las exportaciones y otras sanciones a adversarios de EEUU como Irán y Corea del Norte.
Los demandantes argumentan que la ley de poderes de emergencia no autoriza el uso de aranceles.
También señalan que el déficit comercial difícilmente cumple con la definición de una amenaza “inusual y extraordinaria” que justificaría la declaración de una emergencia bajo la ley.
Al fin y al cabo, EEUU ha registrado déficits comerciales —comprando más de lo que vende a países extranjeros— durante 49 años consecutivos.
El gobierno de Trump argumentó que los tribunales aprobaron el uso de aranceles de emergencia por parte del presidente Richard Nixon durante la crisis económica de 1971, surgida del caos que siguió a su decisión de poner fin a una política que vinculaba el dólar estadounidense al precio del oro.
En mayo, el Tribunal de Comercio Internacional de EEUU en Nueva York rechazó dicho argumento, dictaminando que los aranceles impuestos por Trump con motivo del Día de la Liberación "exceden cualquier autoridad otorgada al presidente" bajo la ley de poderes de emergencia.
En el caso de los aranceles al narcotráfico y la inmigración a Canadá, China y México, el tribunal comercial dictaminó que los gravámenes no cumplían con el requisito de la IEEPA de que "abordaran" el problema que debían tratar.
Trump podría citar autoridades alternativas para imponer impuestos a las importaciones, aunque estas serían más limitadas. La Sección 122 de la Ley de Comercio de 1974, por ejemplo, permite al presidente gravar con un 15% durante 150 días las importaciones procedentes de países con los que Washington mantiene un gran déficit comercial.
Asimismo, la Sección 301 de la misma ley permite al presidente gravar las importaciones procedentes de países que, tras una investigación de la Oficina del Representante Comercial de EEUU, hayan incurrido en prácticas comerciales desleales. Trump utilizó esta opción para iniciar la guerra comercial con China durante su primer mandato.
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