Casi dos millones de hispanos viven a menos de media milla de un pozo petrolero

Esta es una industria que emite al año 9 millones de toneladas de metano y de otros tóxicos.

Imagen Univision

La industria de extracción y producción de petróleo y gas emite cada año 9 millones de toneladas de metano y de otros tóxicos como el benceno a la atmósfera. Un nuevo reporte de la Clean Air Task Force (CATF) y la National Hispanic Medical Association (NHMA) alerta que una importante cantidad de hispanos, casi dos millones de ellos, puebla los alrededores de los sitios geológicamente más ricos en minerales y por ende, convive diariamente con esta industria.

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Estos cuatro mapas, hechos con base en una serie de datos públicos, ilustran cuál es el impacto de estas emisiones en la vida de estos hispanos.

El primer mapa ubica, en amarillo, dónde están registradas las principales actividades petroleras y el alcance de su influencia a su alrededor. Se estima que hay más de 1,5 millones de instalaciones de esta industria en el país.

Imagen Clean Air Task Force (CATF), National Hispanic Medical Association (NHMA) y Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA).

El segundo mapa expone los grupos de latinos que viven a menos de media milla de este tipo de instalaciones. Los estimados de la Clean Air Task Force (CATF) aseguran que superan los 1,81 millones de hispanos de todas las edades.

Imagen Clean Air Task Force (CATF), National Hispanic Medical Association (NHMA) y Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA).


Solo en Texas más de 800,000 latinos viven en esas zonas. Las tierras para construir y los alquileres resultan accesibles para ellos, según sugiere el nuevo reporte publicado este mes, en el marco de la discusión del Plan Nacional de Energía Limpia. Según la NHMA, se trata de zonas de riesgo para la salud debido a las emisiones que se producen en el área. El 8,5% de los niños latinos que vive cerca de la industria petrolera padece asma.

El tercer mapa (que muestra los casos nacionales de asma) sugiere que en las zonas cercanas a estos pozos se registran 153,000 ataques de asma infantil al año, lo que se traduce en 112,000 días de ausencias anuales en las escuelas de los alrededores.

Imagen Clean Air Task Force (CATF), National Hispanic Medical Association (NHMA) y Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA).

Cuatro de las diez áreas metropolitanas con la mayoría de los ataques de asma de latinos atribuibles la contaminación por la industria de petróleo y gas se encuentran en Texas: Dallas, San Antonio, Houston y Austin. Los Angeles, Denver y Albuquerque son también zonas de país con alta incidencia.

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"Muchos latinos están particularmente afectados con los impactos de salud por esta contaminación del aire debido a altos niveles de pobreza y las bajas tasas de cobertura de seguros médicos", se lee en el informe.

"Los ataques de asma llevan a un aumento de gastos en el cuidado de salud, medicamentos, y dispositivos médicos (inhaladores, nebulizadores) lo cual es una carga para los hogares de bajos ingresos, y deja menos dinero y recursos disponibles para otras necesidades", acotan los investigadores.

La NHMA asegura que los niños hispanos tienen el doble de riesgo de morir por esta enfermedad que otros niños no hispanos, pues no se atienden de forma temprana. Los especialistas consideran que una de las posibles causas es que el 36% de las personas sin asegurar en todo EEUU son latinos, algunos de ellos viviendo en estas regiones.

Pero el asma no es la única enfermedad relacionada con estas emisiones. Eso es lo que revela el cuarto mapa.

Imagen Clean Air Task Force (CATF), National Hispanic Medical Association (NHMA) y Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA).

Otra de las alertas emitidas en el nuevo reporte es que cerca de 1,78 millones de latinos viven en áreas donde la concentración de tóxicos infringe las normas de calidad del aire para contaminantes como benceno y niveles de ozono determinada por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA).

Estas concentraciones son consideradas peligrosas pues favorecen el desarrollo de enfermedades como el cáncer, así como todo tipo de males respiratorios.

En junio de 2016, la EPA definió fuertes medidas relativas a las instalaciones nuevas de extracción de petróleo y gas. Aún están pendientes los esfuerzos por reducir la emisiones que generan las 1,2 millones de instalaciones de petróleo y gas ya existentes.

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