El Papa hace suyo el tema migratorio en la frontera

Francisco se convirtió este miércoles en el primer Papa en llegar hasta la frontera que cruzan miles de personas en busca de una mejor vida. Allí, en el muro entre México y Estados Unidos, el pontífice hizo suyo uno de las temas más sensibles: la inmigración.
"Aquí en Ciudad Juárez, como en otras zonas fronterizas, se concentran miles de migrantes de Centroamérica y otros países, sin olvidar tantos mexicanos que también buscan pasar 'al otro lado'. Un paso, un camino cargado de terribles injusticias: esclavizados, secuestrados, extorsionados, muchos hermanos nuestros son fruto del negocio del tránsito humano", afirmó luego de bendecir una gigantesca cruz colocada cerca de la frontera.
"No podemos negar la crisis humanitaria que en los últimos años ha significado la migración de miles de personas, ya sea por tren, por carretera e incluso a pie, atravesando cientos de kilómetros por montañas, desiertos, caminos inhóspitos. Esta tragedia humana que representa la migración forzada hoy en día es un fenómeno global, agrego.
El pontífice enfatizó durante su misa que se deben ponerle rostros a esta crisis. "Son hermanos y hermanas que salen expulsados por la pobreza y la violencia, por el narcotráfico y el crimen organizado. Frente a tantos vacíos legales, se tiende una red que atrapa y destruye siempre a los más pobres. No sólo sufren la pobreza sino que encima sufren estas formas de violencia", recalcó.
En Ciudad Juárez, una ciudad que ha sido catalogada como una de las más violentas del mundo, el papa Francisco puso fin a su visita de seis días a México.
"Gracias por haberme abierto las puertas de sus vidas, de su nación", dijo el Papa al concluir la misa. "En estos días he podido constatar que en este pueblo existen muchas luces que anuncian esperanza", agregó recordando cómo muchos le levantaron a sus hijos mientras recorría el país. "Esos chicos son profetas del mañana, son signo de un nuevo amanecer".
"Sentía ganas de llorar al ver tanta esperanza en un pueblo tan sufrido", acotó, para luego reiterar que por favor "no se olviden de rezar por mí".
En Ciudad Juárez, unas 400,000 personas hicieron una barrera humala en buena parte de los 42 kilómetros que el pontífice recorrerá por la ciudad. “Es una oportunidad my grande que tenemos aquí en la ciudad y es única. Entonces hay que aprovecharlo. Es la oportunidad que tenemos de verlo de cerca, de estar con él aunque sean unos segundos”, dijo Silvia Luján a Univision Noticias.
En su paso por la Ciudad de México, el Estado de México, Michoacán y Chiapas, Francisco tocó temas sensibles como la inseguridad, la violencia por el narcotráfico y el problema de la inmigración. Se esperaba que en Ciudad Juárez su discurso subiera de tono.
“La frontera es una de las más complicadas tanto por la violencia como por el paso de personas así como de mercancías, específicamente las que pueden corresponder al narcotráfico, del cual ha hablado bastante. Tiene que ser el espacio donde se represente el punto central de sus discursos que se han basado en esta relación que los políticos y los empresarios tienen con el narco, es decir con los hombres poderosos”, explicó a Univision Noticias Manuel González, experto en psicología política de la Universidad Autónoma de México (UAM).
Como un gesto simbólico y de cercanía para todos aquellos que arriesgan sus vidas, Francisco se paró en el muro fronterizo para hacer una oración por todos ellos. Es la primera vez que un Papa hace este gesto y también la primera vez que un máximo representante de la Iglesia Católica visita a esta olvidada ciudad.
Política
Esta gira coincide con la campaña política que se realiza en Estados Unidos, en donde los candidatos luchan y apuestan por sus mejores soluciones para frenar el problema de la inmigración. Uno de los más críticos ha sido el republicano Donald Trump, quien no ha dudado en demostrar su postura racista y discriminatoria hacia todos los pueblos que emigran.
“Al hablar de inmigración intenta enfocarlo como un asunto de trabajo y de equilibrio de poderes pero en México lo ha tratado como un asunto nacional, coquetea con las comunidades latinas para ubicarse dentro del catolicismo. Su mensaje es para las comunidades latinas que viven en Estados Unidos. En Ciudad Juárez su discurso es binacional”, comenta González.
Diversos sacerdotes mexicanos han coincidido en que su presencia en Ciudad Juárez está pensada como un llamado a la unidad y a la empatía. Pero sus comentarios también estarán en sintonía con las políticas divisorias que tienen lugar al norte de la frontera, publica The Washington Post.
“La visita a Ciudad Juárez está marcada por la situación de los migrantes porque él sabe todas las penalidades y problemas que enfrentan en la frontera y ese es el objetivo fundamental y de carácter pastoral lo que lo mueve a visitar la zona fronteriza en el país”, dijo a Univision Noticias Juan Campos, politólogo independiente.
Para Donald Trump, a quien parece que no se le escapa nadie, Francisco es “una persona muy política”. En una entrevista con Fox News, Trump señaloó que no creía que el Papa "entendiera el peligro de la frontera abierta que tenemos con México."
“Aún y con todo eso creo que su tarea es más pastoral. El Papa está fundamentalmente volcado hacia los problemas que vive, para hacerlos sentir que no están solos, que la Iglesia los entiende y acompaña”, comentó Campos en entrevista telefónica.
Para ambos expertos, lo más importante de este punto es, en definitiva su mensaje binacional, por la cercanía que Ciudad Juárez tiene con Estados Unidos.
Cientos de latinos, procedentes de todos los rincones de Estados Unidos, han cruzado a México para asistir en vivo a la visita del pontífice a la frontera. La mayoría son de El Paso (Texas), una ciudad de 675,000 habitantes con un 80% de población hispana que comparte algo más que una división fronteriza con Juárez, reseña la agencia Efe.
Visita carcelaria
Su primera visita, tras su llegada a Ciudad Juárez, fue al Centro Penitenciario Número 3. Un conmovedor encuentro sustovo con los presos y presas de este penal, en el que les dio un mensaje de esperanza ante su situación.
"Ya tenemos varias décadas perdidas pensando y creyendo que todo se resuelve aislando, apartando, encarcelando, sacándonos los problemas de encima, creyendo que estas medidas solucionan verdaderamente los problemas", lamentó Francisco en su discurso.
Ante los 700 presos elegidos entre los cerca 3,000 encarcelados en esta prisión que se encontraban en el patio de la cárcel, denunció que se haya olvidado que lo realmente importante es "la vida de las personas; sus vidas, las de sus familias, la de aquellos que también han sufrido a causa de este círculo de la violencia".
Para Francisco, las cárceles "son un síntoma de cómo estamos como sociedad, son un síntoma en muchos casos de silencios y omisiones que han provocado una cultura de descarte".
"Son un síntoma de una cultura que ha dejado de apostar por la vida; de una sociedad que ha ido abandonando a sus hijos", agregó. "Han conocido la fuerza del dolor y del pecado", les dijo, pero les invitó a no olvidar que "también tienen a su alcance la fuerza de la resurrección, la fuerza de la misericordia divina que hace nuevas todas las cosas".
Tras su mensaje, el Pontífice se acercó a los internos e internas, quienes le dieron regalos, lo acompañaron con música durante toda su visita. Algunos, los de mejor comportamiento, tuvieron la suerte de darle la mano a Francisco. Las imágenes de la televisión mostraban a los presos llorando cuando el Papa les daba su bendición.
Luego se dirigió al Colegio de Bachilleres de Ciudad Juárez en donde se encontró con trabajadores y empresarios. "Cuando se va a negociar, siempre se pierde algo pero ganan todos. Quiero invitarlos a soñar en un México donde los papás y las mamás tengan tiempo para jugar con sus hijos", dijo ante el aplaudo de todos los presentes.
Después de darles la bendición, Francisco subió al papamóvil para saludar a los feligreses que se aglutinaron por las calles de esta ciudad.
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