Mary Cathryn Ricker: “¡Únete y apoya a nuestros estudiantes indocumentados!”

Por Mary Cathryn Ricker, vicepresidenta ejecutiva de la Federación Americana de Maestros
Me convertí en maestra para hacer una diferencia en las vidas de las personas. Y nunca he conocido a otra docente que no se sintiera de la misma forma.
Por ello es tan importante el National Educators Coming Out Day (Día nacional de educadores que salen en apoyo de estudiantes indocumentados), para maestros, auxiliares docentes, educadores infantiles, docentes de educación superior y personal de apoyo en toda la nación que represento, y millones de estudiantes a quienes sirvo.
Hoy, estamos “saliendo” en apoyo de estudiantes indocumentados. Hoy, estamos dando un paso adelante para decir basta con la retórica xenófoba que impulsa el temor en los corazones y mentes de nuestros estudiantes más vulnerables. Hoy damos un paso al frente para combatir la fuerte crítica escuchada muy a menudo en el debate sobre inmigración con una historia de inmigración nueva; una que dice: Cada niño tiene un lugar en nuestras escuelas públicas, nuestras aulas y nuestros corazones.
Nuestra historia nacional gira alrededor de los cuentos de la Isla Ellis, el crisol y el mito de Horatio Alger. Sin embargo, hay una historia de inmigración que no se ha contado sin mucha nostalgia; una que no solo es errónea sino que es peligrosa.
Es la historia de millones de inmigrantes aspirantes quienes son la columna vertebral de la economía, y aún son vulnerables al abuso y explotación debido a su estado migratorio.
Es la historia de muchos estudiantes –o SOÑADores (conocidos como “DREAMers” en inglés)– quienes, por causa ajena a la suya propia, están en este país indocumentados. Y es la historia de niños refugiados que llegan sin compañía y arriesgaron todo para venir a este país, solo para ser empujados hacia la periferia de nuestra sociedad.
Cuando elevamos una historia de inmigración y no la otra, enviamos el mensaje que algunos inmigrantes son mejor acogidos que otros. Los niños nos observan y aprenden de nosotros. Si les comunicamos –a través de palabras o acciones– que una historia de inmigración es buena mientras la otra es mala, nos van a creer.
Tomemos el horrendo ataque reciente en un restaurante de Coon Rapids, Minn. Una mujer que había inmigrado de Kenya a los Estados Unidos estaba cenando con su familia cuando otro comensal brutalmente la agredió por estar hablando en swahili. La mujer sufrió cortes profundos y lesiones graves en su cara.
Su agresor envió un mensaje de odio, reforzado por la retórica malvada que escuchamos de Donald Trump y otros candidatos republicanos a la presidencia, y por la legislación prejuiciada impulsada por algunos en el Congreso, que pretende deportar a millones de inmigrantes.
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Es una de dos: o todas estas historias de inmigración tienen valor y contribuyen a la fortaleza de Estados Unidos, o ninguna de ellas lo tiene.
Ahora mismo, hay millones de jóvenes indocumentados en toda la nación, atrapados en un purgatorio legal, mientras aquellos en el Congreso y en el sistema judicial debaten su estado oficial.
Como docentes, eso es lo que les enseñamos a estos niños todos los días. Nos preocupamos acerca de si ellos –y sus padres y familias– estarán aquí mañana. Y si encontrarán los recursos y el apoyo que necesitan para construir un mejor futuro en Estados Unidos.
Y es por esta razón que me uní a miles de educadores en toda la nación para reafirmar nuestro compromiso con todos nuestros estudiantes, sin importar su código postal, dónde nacieron o su estado migratorio.
Mi sindicato, la Federación Americana de Maestros –mejor conocido por nuestro nombre en inglés: The American Federation of Teachers–, lanzó una iniciativa: “Recuperar la Promesa del SUEÑO estadounidense”, que reúne a docentes, padres y estudiantes para trabajar en la implementación de programas sobre la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) y la Acción Diferida para la Responsabilidad de los Padres de Ciudadanos Estadounidenses y Residentes Permanentes Legales (DAPA).
Hasta ahora, hemos creado programas en 30 áreas urbanas y rurales, incluyendo foros de educación y preparación. En colaboración con organizaciones comunitarias como United We Dream (Unidos Soñamos) y el National Immigration Law Center (Centro Nacional de Leyes de Inmigración), hemos ayudado a más de 4,000 estudiantes y miembros de la comunidad para que ajusten su estado a través de DACA y clínicas de ciudadanía.
Algunos de nuestros propios miembros se han beneficiado de DACA y hemos creado una guía de recursos para ayudar a nuestros miembros a que apoyen a sus estudiantes indocumentados para que ajusten su estatus legal y se conviertan en “DACAmented”.
En preparación para el National Educators Coming Out Day muchos de nuestros miembros han firmado una promesa de apoyar a los estudiantes indocumentados. Quieren que sus estudiantes sepan que mientras luchamos para que se oiga nuestra voz en las decisiones hechas sobre la educación pública en este país, nosotros también somos su voz.
Como docentes, creemos que nuestras escuelas deben ser lugares seguros donde los niños puedan soñar sus sueños y alcanzarlos; y es nuestra labor ayudarlos a llegar allí. Y como educadores, creemos que depende de nosotros ayudar a que cada niño esté seguro, protegido y amado; y detener la intimidación dondequiera que ésta ocurra, ya sea en el patio de recreo o en la campaña electoral presidencial.
El trabajo de nuestro sindicato con la comunidad, sobre DACA y DAPA, es solo una parte del trabajo que hacemos para enseñarles a nuestros estudiantes que si ellos quieren una vida mejor, lo pueden lograr, no importa de dónde vengan o cómo llegaron aquí.
Nuestra nación debe seguir siendo una nación que acoja a los inmigrantes. Los que llegaron a nuestras costas en la Isla Ellis hace 100 años, o hace dos semanas a El Paso, Tejas, son todos parte de la estructura que hace que esta nación sea fuerte.
Como docente, estudiante o miembro de la comunidad, espero que se una a nosotros hoy, en el National Educators Coming Out Day, para que se comprometa a apoyar a los estudiantes indocumentados en su lucha por su lugar legítimo en el futuro de nuestra nación.
Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.