La gran mentira

"Lo más alucinante es que miembros del Partido Republicano se han doblegado para proteger los falsos argumentos de Trump y defender públicamente sus mentiras. Cualquier Republicano que se a atreva a cuestionar la visión trumpista de las elecciones corre el riesgo de perder su puesto dentro del partido. Como Liz Cheney". You can read this article in English.

Liz Cheney habla a la prensa tras ser destituida del liderazgo de la minortía republicana en la Cámara de Representantes, 12 de mayo 2021.
Liz Cheney habla a la prensa tras ser destituida del liderazgo de la minortía republicana en la Cámara de Representantes, 12 de mayo 2021.
Imagen Kevin Dietsch/Getty Images

La niña de 11 años vio el nombre del expresidente Donald Trump en la pantalla de mi computadora y se asustó. “¿Qué pasó con Trump?” me preguntó exaltada, como si de pronto se le hubiera aparecido un monstruo en una pesadilla. “Nada”, le dije, “no te preocupes; él sigue encerrado en su casa de la Florida”. Y se fue, poco convencida de lo que le acababa de decir.

PUBLICIDAD

Lo he pensado bien y creo que debí haberle dado otra respuesta a la niña. Sí hay que preocuparse por Trump. Por mentiroso y por los millones de personas que se creen sus mentiras.

El hecho de que no lo veamos y leamos en las redes sociales como antes, debido a que Twitter y Facebook lo tienen bloqueado, no significa que ha bajado su peligrosidad para la democracia de Estados Unidos. Trump está apostando por la gran mentira para controlar al Partido Republicano y, quizás, para tratar de regresar a la presidencia.

La gran mentira es que Trump ganó las pasadas elecciones presidenciales y que hubo un fraude mayúsculo para poner a Joe Biden en la Casa Blanca. Pero no hay ninguna evidencia - ninguna - de que eso ocurrió. Los resultados oficiales indican que Biden ganó con 306 votos electorales frente a 232 de Trump. Incluso en el voto popular, Biden - con más de 81 millones de votos - superó ampliamente a Trump, quien consiguió 74 millones de votos.

Estos son los datos. No hay otros.

Lo más alucinante es que miembros del Partido Republicano se han doblegado para proteger los falsos argumentos de Trump y defender públicamente sus mentiras. Cualquier Republicano que se a atreva a cuestionar la visión trumpista de las elecciones corre el riesgo de perder su puesto dentro del partido. Como Liz Cheney.

Mi último noticiero
Jorge Ramos

“Al decir esta noche mis últimas palabras en el noticiero, me quedé pensando en todo lo que me queda por delante. Después de todo, los periodistas nunca se retiran. Estamos condenados toda la vida a perseguir noticias, a perseguir lo nuevo”. <br/>

Mi último noticiero

Opinión
8 mins
Inventando otro Macondo
Jorge Ramos

“El reto de la serie era, en el mejor de los casos, complementar al libro y dar una visión, entre millones, de cómo era la vida en Macondo. Y lo logra. Agradezco las narraciones tomadas íntegramente del libro y las magníficas actuaciones marcadas por las páginas más que por las improvisaciones”.

Cómo vencer a Trump
Jorge Ramos

<b>“</b>En la cabeza de Trump todo conspira para demostrar su poder. Ganó la elección y el voto popular, se desvanecen los juicios en su contra, y legalmente se siente protegido para hacer lo que se le pegue la gana. Se siente en el tope. Es en este contexto que Trump amenazó con la imposición de aranceles contra México, Canadá y China”.

Cómo vencer a Trump

Opinión
5 mins
En México nadie sabe cómo
Jorge Ramos

<i>“Duele pero hay que decirlo: en México nadie sabe cómo detener la violencia. Si lo supieran, ya lo hubieran intentado. Lo que hemos visto desde la época de Felipe Calderón, cuando se declaró la guerra contra los narcos, son distintos experimentos -todos fallidos- para enfrentar la violencia”.</i>

La cruel y tonta idea de las deportaciones masivas
Jorge Ramos

<i>“Causarán un daño irreparable a miles de familias y a la economía estadounidense. No se trata de expulsar a los indocumentados sino de integrarlos a este país. Sería mucho más barato y efectivo. Pero Trump y sus asesores solo se oyen a sí mismos”.</i>

Trump: una amenaza para México
Jorge Ramos

“Hay mucho que negociar antes que Trump tome posesión el 20 de enero. Pero el peligro de deportaciones masivas, aranceles y hasta de operaciones militares en su territorio ha puesto en alerta a la nueva presidenta de México. Sheinbaum y Trump ya hablaron y se dijeron esas cosas huecas que se dicen los presidentes por teléfono”.

Y si los latinos deciden la elección…
Jorge Ramos

“La realidad es que cada vez hay más votantes latinos. Este año hay 36.2 millones de hispanos elegibles para votar, casi cuatro millones más que en 2020, según el centro Pew. Y aunque no todos van a salir a votar, los que lo hagan serán suficientes para definir quién será el próximo presidente o presidenta de Estados Unidos”.

El enemigo perfecto
Jorge Ramos

“Gane quien gane la elección en Estados Unidos, las cosas van a empeorar para los recién llegados. Los inmigrantes son el enemigo perfecto en esta campaña electoral. Son muy vulnerables, lo dejaron todo en su país de origen y no se pueden defender de los ataques injustificados de los políticos que solo quieren ganar votos”.

El enemigo perfecto

Opinión
5 mins
  El mundo imaginario de Donald Trump
Jorge Ramos

&quot;En este caso, nos toca apuntar y corregir todas las mentiras que Trump ha dicho -y que sigue diciendo- sobre los inmigrantes, sobre la insurrección del 6 de enero del 2021 y sobre todos los esfuerzos ilegítimos por negar los resultados de las elecciones del 2020. Las democracias mueren, primero, desde dentro&quot;.

Por la familia, todo: Ruben Gallego sobre su candidatura para ser el primer senador latino de Arizona
Rubén Gallego

&quot;A los 14 años, vi a mi familia y a mi comunidad y me dije: hay un futuro mejor para nosotros; podemos progresar y las cosas pueden mejorar. Todo lo que hago y lo que soy tiene sus raíces en mi comunidad latina, y me llena de humildad poder llegar a representar a nuestra comunidad en el Senado. Es un deber que asumiré con orgullo y mucho honor.&quot; Read this content in <a href="https://www.univision.com/univision-news/opinion/por-la-familia-todo-ruben-gallego-on-running-to-be-arizonas-first-latino-senator" target="_blank" link-data="{&quot;cms.site.owner&quot;:{&quot;_ref&quot;:&quot;00000147-f3a5-d4ea-a95f-fbb7f52b0000&quot;,&quot;_type&quot;:&quot;ae3387cc-b875-31b7-b82d-63fd8d758c20&quot;},&quot;cms.content.publishDate&quot;:1726508152821,&quot;cms.content.publishUser&quot;:{&quot;_ref&quot;:&quot;0000017b-d1c8-de50-affb-f1df3e1d0000&quot;,&quot;_type&quot;:&quot;6aa69ae1-35be-30dc-87e9-410da9e1cdcc&quot;},&quot;cms.content.updateDate&quot;:1726508152821,&quot;cms.content.updateUser&quot;:{&quot;_ref&quot;:&quot;0000017b-d1c8-de50-affb-f1df3e1d0000&quot;,&quot;_type&quot;:&quot;6aa69ae1-35be-30dc-87e9-410da9e1cdcc&quot;},&quot;link&quot;:{&quot;target&quot;:&quot;NEW&quot;,&quot;attributes&quot;:[],&quot;url&quot;:&quot;https://www.univision.com/univision-news/opinion/por-la-familia-todo-ruben-gallego-on-running-to-be-arizonas-first-latino-senator&quot;,&quot;_id&quot;:&quot;00000191-fbe7-dddd-a5f7-ffef61bf0000&quot;,&quot;_type&quot;:&quot;ff658216-e70f-39d0-b660-bdfe57a5599a&quot;},&quot;linkText&quot;:&quot;english&quot;,&quot;_id&quot;:&quot;00000191-fbe7-dddd-a5f7-ffef61bb0000&quot;,&quot;_type&quot;:&quot;809caec9-30e2-3666-8b71-b32ddbffc288&quot;}">english</a>.

La congresista Liz Cheney era la tercera en la jerarquía del Partido Republicano en la Cámara de Representantes. Pero esta semana fue destituida de su puesto partidista y reemplazada. Si la hija de Dick Cheney - uno de los vicepresidentes más radicales que ha tenido Estados Unidos y, en parte, responsable del inicio de la injustificada guerra en Irak en el 2003 - no es aceptada en el liderazgo del Partido Republicano, es que algo raro está pasando.

PUBLICIDAD

Lo que está pasando es que los republicanos le tienen terror a Trump.

Pero Liz Cheney nunca fue fan de Trump. Tras la insurrección en el Capitolio el pasado 6 de enero, ella fue uno de los
10 republicanos que votaron para destituir al presidente, quien poco antes había incitado a la multitud a marchar hasta la sede del Congreso. Esa Trump no se la iba a perdonar. Y se la acaba de cobrar.

Ella, sin embargo, no se quedó callada. “ H oy enfrentamos una amenaza como nunca antes”, dijo el Congreso en un discurso previo a ser destituida. “ Un expresidente, que provocó un violento ataque al Capitolio para tratar de robarse la elección, está tratando de convencer a los estadounidenses de que le quitaron (la presidencia). Y así está incitando a más violencia. Millones de estadounidenses han sido engañados por el expresidente. Han escuchado sus palabras pero no la verdad, y eso afecta negativamente el proceso democrático”.

Una de las cosas que siempre he admirado de Estados Unidos es su certeza democrática. Gana la presidencia quien tiene más votos electorales. Punto. Y aún en una elección muy cerrada - como la del 2000 entre George W. Bush y Al Gore - el perdedor reconoce su derrota y, al hacerlo, reafirma la validez del sistema.

Pero con Trump eso no ocurrió. Ni reconoció su derrota ni felicitó al legítimo ganador. Y todo pudo haber quedado como el desbordado berrinche de un ególatra. El problema es que se está convirtiendo en la nueva verdad de uno de los dos partidos que rigen la vida política en Estados Unidos.

PUBLICIDAD

Como periodista me ha tocado entrevistar a varios republicanos después de las elecciones del 2020 y cuando les pregunto sobre Trump y sus mentiras, parece que se les apareció el diablo y evaden el tema. Hacen cualquier cosa con tal de no desatar la furia del expresidente.

En esta época de fake news y de universos paralelos, uno puede ir de plataforma en plataforma sin encontrar datos y opiniones contrarias a las tuyas. Se puede vivir digitalmente rodeado de mentiras, desde que Trump ganó hasta que las vacunas contra el coronavirus tienen un chip para controlarnos. Puras mentiras.

Lo grave es cuando millones de personas se creen esas mentiras porque uno de sus líderes las está empujando. El 55 por ciento de los republicanos, según una encuesta de Reuters/Ipsos cree que hubo un fraude en las pasadas elecciones presidenciales. Y eso es gravísimo porque no es cierto y porque le roba la confianza a la democracia de Estados Unidos.

Como niño y adolescente crecí en un país - México - donde los resultados de las elecciones no importaban. Hasta antes del año 2000, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) siempre se robaba las elecciones e imponía al presidente. Aprendí, por supuesto, a no confiar en los resultados de las votaciones. Y por eso he admirado tanto la manera en que se realizan las elecciones en Estados Unidos.

Nada de eso ha cambiado. Estados Unidos tiene un sólido sistema para realizar elecciones y para contar los votos. (Aunque yo preferiría descartar el sistema de votos electorales por uno que le dé la presidencia al ganador del voto popular.) Pero Trump, como un mal perdedor, quiere crear dudas en el sistema para justificar su derrota.

PUBLICIDAD

Esa es la gran mentira de Trump. Y no hay nada más triste y vergonzoso que tragarse la mentira de un bully con un ego gigantesco y luego salir a defenderla.

Nota : La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.