Si hacemos una búsqueda en Internet, encontramos numerosos casos de acoso, maltrato, insultos, reproches, acusaciones y demás del presidente ecuatoriano Rafael Correa contra la prensa en general, contra los periodistas y los medios, tanto de su país como extranjeros.
El ‘bullying’ de Rafael Correa
“El terremoto detuvo a Correa de su insidiosa misión de pedirles a los ciudadanos que exijan a los reporteros revelar todos los documentos filtrados”.

Irracionalmente, el fantoche e intolerante mandatario no admite que le critiquen, que le reprochen, que le hagan oposición. Se dio el lujo de demandar a periodistas del diario El Universo y ganarles la demanda con jueces a su favor por razones que nadie se atreve a cuestionar. Algunos colegas en Ecuador le tienen pánico. Y claro, muchos jueces también. El presidente ha perseguido a periodistas, los ha amenazado, los ha ultrajado de palabra. Si él mismo me pidiera que lo demuestre, bastaría, como digo, con imprimir muchas páginas que aparecen en Internet.
Pero el último ultraje de Correa contra los periodistas ya ha llegado a extremos inaceptables. Se convirtió en el acosador número uno contra seis periodistas ecuatorianos que colaboraron en la investigación internacional del caso conocido como “Papeles de Panamá”. El mandatario, abusando de su poder, divulgó nombres, fotos y hasta cuentas personales en las redes sociales de los comunicadores. Su ejemplo fue seguido por allegados al gobierno de Venezuela donde también se hostiga de manera permanente a los periodistas.
La Comisión de Libertad de Prensa e Información de la Sociedad Interamericana de Prensa emitió un comunicado reprochando a Correa y haciéndolo responsable de la integridad física de los periodistas intimidados por él. Tan solo el doloroso desastre causado por el terremoto detuvo a Correa de su insidiosa misión de pedirles a los ciudadanos que exijan a los reporteros revelar todos los documentos filtrados.
Lo más infame en este caso es que algunos de los periodistas acusados por Correa no están mencionados como participantes en la investigación sino que son aquellos que han retransmitido la noticia como lo hemos hecho miles de periodistas en todo el mundo, quienes cumplimos con nuestra misión de informar. Eso no quiere decir que no hubo participación ecuatoriana en esta investigación. La hubo y fue valiosa, como dije, fueron seis colegas de los diarios El Comercio, El Universo y de la Universidad de San Francisco en Quito.
Vi también al propietario de la empresa de abogados panameña Mossack Fonseca, donde se originó la investigación, refiriéndose de manera burlona a los periodistas del consorcio llamándolos “activistas”. Eso es también reprochable, pero que lo haga el presidente de un país como Ecuador, es inaudito, inaceptable.
No existe en el mundo ningún otro ente, distinto a la prensa, que investigue y denuncie la corrupción en todos los rincones. El poder de los periodistas no está en las armas, ni en las cortes o códigos, ni en la mordaza. El poder del periodista está en la palabra y no existe otro poder en el mundo que pueda apagarla, señor Correa, no pierda el tiempo, guárdese su arrogancia y actúe como presidente, no como acosador.
Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es). Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.








