El productor de narcocorridos Ángel del Villar fue sentenciado este viernes a cuatro años de prisión y a pagar una multa de $2 millones en una corte federal de California por haber hecho negocios con un promotor de conciertos musicales en México que lavó dinero de un peligroso cartel.
El productor Ángel del Villar es sentenciado a 4 años de prisión y una multa de $2 millones por hacer negocios con un empresario que lavó dinero del narco
Ángel del Villar, dueño de la disquera de narcocorridos Del Records, es el primer empresario de ese género musical que es enjuiciado y condenado en este país por violar la llamada Ley Kingpin, que prohíbe tener una relación comercial con un narcotraficante designado. El testigo estrella en su juicio fue el cantante Gerardo Ortiz, quien ya se declaró culpable por un cargo relacionado y ahora espera su sentencia.

Del Villar es el primer empresario de ese género musical que es enjuiciado y condenado en este país por violar la llamada Ley Kingpin, que prohíbe a los estadounidenses tener una relación comercial con un narcotraficante designado.
Deberá presentarse a prisión el venidero 1 de diciembre y sus abogados pidieron que fuera enviado a cárcel al sur de California.
Su disquera, Del Records, produjo la exitosa canción 'Ella baila sola', que catapultó la carrera del artista Hassan Emilio Kabande Laija, mejor conocido como Peso Pluma.
La compañía fue setenciada a tres años de libertad condicional y pagar una multa de 1.8 millones de dólares.
La Fiscalía federal había pedido un castigo para Del Villar de 6 años y medio de cárcel, tres años de libertad supervisada y una multa de 300,000 dólares.
En su juicio, que se desarrolló en un tribunal de Los Ángeles en marzo, fiscales federales presentaron videos de un palenque, mensajes privados, entre otras evidencias. Uno de los testigos fue el artista Gerardo Ortiz, quien ya se declaró culpable por haber cantado en eventos musicales que lavaron dinero del narco y ahora espera su sentencia.
A Del Villar y a su agencia promotora Del Entertainment, ligada a la disquera de narcocorridos Del Records, les impusieron más de una decena de cargos, incluyendo conspiración para realizar transacciones con un narcotraficante designado y haber hecho negocios indebidos con éste por un monto total de alrededor de 175,000 dólares.
Ese narcotraficante designado era Jesús Pérez Alvear, alias 'Chucho' y quien fue acusado de lavar dinero del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y de su brazo financiero, Los Cuinis.
Este empresario se declaró culpable de ese cargo, cooperaba con el gobierno de Estados Unidos y estaba en la lista de testigos en el juicio de Del Villar. Pero fue asesinado a balazos en un lujoso restaurante de la Ciudad de México en diciembre pasado.
El juicio de Del Villar, así como las actividades y el trágico desenlace de ‘Chucho’ Pérez, han arrojado luz sobre lo más turbio del mundo de la organización de conciertos en México, revelando cómo el narco se infiltró en esta millonaria industria.
El caso se enfocó en tres conciertos que Gerardo Ortiz ofreció en Aguascalientes, Baja California y Guanajuato, y en un cuarto show en Chiapas que fue cancelado. Estos eventos ocurrieron en 2018 y 2019.
Ortiz fue el testigo estrella del juicio y, en dos días de testimonios, aseguró que Del Villar lo engañó para que acudiera en abril de 2018 a la Feria de San Marcos, en Aguascalientes, México. Así cumplió un contrato que tenía con 'Chucho' Pérez.
La caída de Ángel del Villar
Agentes del FBI arrestaron a Del Villar en junio de 2022, tras una investigación que se inició cuatro años atrás, desde que Pérez Alvear fue sancionado por el Departamento del Tesoro.
En el juicio se presentó evidencia que, según los fiscales federales, confirmó que Del Villar y Pérez Alvear siguieron haciendo negocios a pesar de dicha designación.
A decir del fiscal Balding, la relación comercial entre el dueño de Del Records y el promotor de conciertos tenía un "valor alto", por eso el primero tomó el riesgo de ignorar las medidas impuestas por el Departamento del Tesoro.
"'Chucho' era una persona con poder a la que no podías persuadir", enfatizó.
Otra prueba clave presentada en el juicio fue el concierto que dio Gerardo Ortiz a finales de abril de 2018 en la Feria de San Marcos, en Aguascalientes. Varios artistas y grupos musicales amenizaron ese palenque, contratados por la promotora Gallística Diamante o 'Ticket Premier', también sancionada por el gobierno estadounidense.
Después de ese palenque, Ortiz cantó en otros 18 conciertos en México que organizó Pérez Alvear. Por estos shows, el artista se embolsó 1.5 millones de dólares. Del Entertainment se quedaba con el 20% del pago total y 'Chucho' Pérez se llevaba el 10%, se reveló en la corte.
El testimonio de Gerardo Ortiz
En dos días de testimonios en la corte de Los Ángeles, Ortiz narró cómo agentes del FBI lo interceptaron en 2018 en el aeropuerto de Phoenix, Arizona, para advertirle que no fuera a la Feria de San Marcos por las sanciones contra Pérez Alvear.
El cantante inventó mil pretextos para perder el vuelo que lo llevaría a dicho evento. Pero quienes manejaban su carrera rentaron un jet privado por casi 50,000 dólares (la mitad del cobro de la presentación) para transportarlo a la ciudad de Aguascalientes.
“Tenía miedo de ir. Perdí el vuelo, se hizo tarde. Entonces la única manera que pudiera llegar allá era en avión privado”, contó Ortiz en el tribunal.
“Tenía como esa preocupación de este papel que me habían dado y es por eso que decidí no subirme al avión comercial”, continuó Ortiz, refiriéndose a un documento de la Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC), una dependencia del Departamento del Tesoro, que le habían entregado los agentes del FBI.
Con el respaldo del cartel, Pérez Alvear obtenía concesiones para llevar talento artístico a ferias populares. Gracias a él, el CJNG también había metido las manos en la Feria de San Isidro Metepec, en el Estado de México, asegura la OFAC.
“Chucho Pérez utiliza la violencia para obtener concesiones y operar estos conciertos”, advertía la dependencia en un comunicado, indicando que lavó el dinero del cartel “mezclándolo con ingresos legítimos generados por la venta de boletos, alimentos, estacionamiento y otros artículos”.
Antes de viajar a regañadientes a la Feria de San Marcos, el cantante Gerardo Ortiz conversó en persona con Del Villar y le dijo que el dueño de Gallística Diamante estaba en la mira del gobierno, según su testimonio.
“Le platiqué que no quería ir al concierto. Estaba, pues, asustado”, testificó.
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La investigación del FBI
El FBI se metió a las entrañas de la disquera Del Records, analizó los correos electrónicos de todos sus empleados, revisó las cuentas bancarias del sello y las de su dueño, interceptó conversaciones en WhatsApp, espió celulares e incluso entrevistó al dueño de la compañía que le rentó a Del Records el avión privado que transportó a Ortiz hasta la ciudad de Aguascalientes.
Pero hubo un informante clave, Brian Gutiérrez, quien era vicepresidente de asuntos externos de la disquera. Gutiérrez grabó conversaciones de empleados de Del Records, reportó lo que pasaba en sus pasillos y compartió documentos a los detectives del FBI. Lo hizo durante tres años y, por su colaboración, recibió un pago de alrededor de 25,000 dólares.
En el juicio, los abogados de Ángel del Villar aseguraron que estas acusaciones eran falsas y culparon a Gutiérrez, el informante clave del FBI, de montar un complot en contra de su cliente.
Aunque estaba en la lista de posibles testigos, Gutiérrez no fue llamado al estrado.
"Lo escondieron de ustedes", reclamó el abogado defensor Drew Findling, dirigiéndose al jurado. "Eso fue lo más decepcionante de este caso".
Findling dijo ante reporteros afuera de la corte en marzo, cuando su cliente fue declarado culpable por un jurado, que se preparaban para apelar este caso.







