Los hijos del narcotraficante Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán redactaron una insólita carta que es posible sea usada como evidencia en su contra en algún tribunal federal estadounidense.
En una insólita carta los hijos de 'El Chapo' reconocen ser narcos, pero niegan ser los jefes del cartel
A través de una misiva enviada a un diario mexicano, los líderes de una facción del Cartel de Sinaloa aceptaron estar involucrados en el tráfico de drogas, pero aseguran que no distribuyen fentanilo.

En esa misiva enviada a través de su abogado a un diario mexicano ellos reconocen ser narcotraficantes, herederos del emporio criminal que formó su padre y parte de la cúpula del poderoso Cartel de Sinaloa. Pero niegan, a modo de defensa, ser los jefes de la organización y estar detrás del tráfico de fentanilo.
"Del Cartel de Sinaloa no somos la cabeza ni estamos interesados en serlo, lo que sí existe es un sin número de grupos pequeños y grandes que tienen su base de operaciones en el estado o son integrantes o son integrados por personas de Sinaloa y operan en otras partes del país o incluso en otras partes del mundo. Estos grupos operan de manera totalmente independiente a los demás y no nos rinden cuentas a nosotros, ni se las solicitamos", indicaron en la carta, publicada por el diario Milenio.
Se trata de un texto lleno de contradicciones, que en un momento culpa a los medios de comunicación, a otros traficantes y hasta a los músicos que hacen apología sobre sus crímenes, de formar una versión distinta a lo que realmente son. Hasta reclaman haber sido orillados a tomar lo que les dejó ‘El Chapo’.
“En cada corrido que se escucha, en cada producto que se vende, cada nota amarillista que sale en medios y redes sociales, cada youtuber que entrevista a ‘expertos’, nuestro nombre sale más y más afectado… No elegimos estar donde estamos”, señala la misiva.
El gobierno de Estados Unidos no los identifica como los jefes del cartel, sino de la facción más poderosa de éste y de la operación de tráfico de fentanilo “más grande, violenta y prolífica del mundo”.
En documentos judiciales recién desclasificados, el Departamento de Justicia describe secuestros, torturas, asesinatos y múltiples operaciones de drogas y de lavado de dinero encabezadas desde 2008 por los hijos de ‘El Chapo’.
Después del llamado ‘Culiacanazo’ de 2019, que dejó un saldo de 13 muertos y la criticada liberación de Ovidio Guzmán López, hubo una ruptura dentro del cartel porque las otras facciones no los ayudaron.
A esto siguió una serie de asesinatos -atribuidos a ellos- de quienes no quisieron asociarse. Pelearon territorios clave en el trasiego de drogas hacia Estados Unidos, haciendo “limpieza” en Coahuila, Michoacán, Sonora, Tamaulipas, Chihuahua y Baja California, según los fiscales.
Más poderosos y ricos que ‘El Chapo’
Anne Milgram, administradora de la agencia antinarcóticos DEA, dijo en una conferencia el martes que ‘Los Chapitos’ son más poderosos, sanguinarios y ricos que su padre. “Sus hijos tomaron el control y el cartel nunca ha sido más poderoso, nunca ha hecho más dinero”, dijo la funcionaria en una charla del Instituto Milken.
“Ellos tomaron el mando e hicieron que el cartel fuera más letal y despiadado, y fueron los primeros en fabricar fentanilo y transportarlo en las redes de distribución que vemos hoy”, dijo Milgram. “Compran precursores químicos de China, los envían a México, producen fentanilo a granel, gran parte la usan para hacer pastillas falsas y después los mandan a Estados Unidos por tierra, aire y mar”, agregó.
Al frente de ese emporio internacional de fentanilo está Ovidio Guzmán, quien fue capturado en enero pasado en un operativo militar que casi vuelve a fallar por la violenta reacción del cartel. Su proceso de extradición sigue pendiente y una de sus estrategias legales fue negar que es hijo de ‘El Chapo’. Pero sus hermanos mayores la tumbaron en su carta, donde reconocen serlo.
“Quisimos elegir una vida distinta con buenos estudios, lo cual nos fue negado en su tiempo a causa de la cacería hacia nuestro padre”, señala la misiva, en la cual mencionan que la fama de ‘El Chapo’ Guzmán, quien cumple una condena a cadena perpetua en una prisión de EEUU, ha jugado en su contra.
“Los beneficios son incalculables para las personas y empresas que hoy en día usan nuestro nombre y apellido. Sin embargo, los perjudicados somos nosotros”, agrega el escrito.
El papel de víctimas de persecución no cuadra con la versión de los gobiernos de México y EEUU. Las acusaciones alegan que éstos se apoderaron de Culiacán y hasta que cobran “impuestos” por la venta de papel higiénico. Afirman que tienen a su mando a un comando de matones llamados los ‘Ninis’ que asesinaron a rivales y policías federales en un rancho en Navolato, Sinaloa; y que inclusive arrojaron a sus víctimas a tigres que tienen de mascota para que las devoraran vivas.
También los culpan por las muertes de tres miembros de Los Zetas, un operador del clan de los Beltrán Leyva y de otros tres hombres. Estos crímenes ocurrieron entre octubre de 2010 y octubre de 2021.
Ovidio Guzmán, de acuerdo con el gobierno, estaría detrás del asesinato de una persona que debía dinero por un cargamento de fentanilo que llegó a Los Ángeles, California, así como del secuestro y tortura del hermano de uno de sus operadores en esa ciudad que no quiso responder por 10 kilos del opioide que decomisó la DEA en mayo de 2019.
Los dos hijos mayores de ‘El Chapo’, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, están ahora en la lista de los 10 narcotraficantes más buscados de la DEA y por información que lleve a su captura ofrecen una recompensa individual de hasta 10 millones de dólares.
Por Ovidio Guzmán y su hermano Joaquín Guzmán López se establecieron recompensas de 5 millones de dólares.
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