La organización Environment America midió la cantidad de bacterias de origen fecal presentes en las playas de 29 estados costeros y Puerto Rico, y encontró que más de la mitad de los miles de sitios donde se tomaron muestras fueron potencialmente peligrosos para nadar al menos un día en 2018. La recreación en aguas contaminadas puede provocar en los humanos enfermedades gastrointestinales, respiratorias, infecciones de oídos y ojos y erupciones en la piel.