¿Cuál es el principal consejo para alguien que viaja ahora mismo a Venezuela? "Lleva muchos billetes de un dólar cada uno, pero tampoco tanto por que en todas partes puedes pasar tu tarjeta de débito o crédito de un banco estadounidense. Todo está dolarizado", comentó un periodista de Univision que viajó en diciembre de 2019.
Los más pobres en Venezuela ahora se enfrentan a la dolarización
Mientras a algunos se les va su pensión de vejez en bolívares en un kilo de queso blanco otros pagan un 'hot dog' en dólares con 'Zelle', la red de pago digitales estadounidense, en la calle. El control de cambio crea distorsiones y volvieron a la época de guardar el dinero debajo del colchón.


En Venezuela un dólar equivale a 60,000 bolívares en el mercado negro y los dólares, es decir, los propios billetes verdes estadounidenses de pronto están por todas partes y de repente eso se convirtió en un problema. Especialmente para quienes no tienen acceso a la moneda extranjera.
¿Por qué? porque un control cambiario que opera en el país desde el año 2003 impide a los bancos venezolanos ofrecer cuentas en moneda extranjera y ha generado una distorsión que va desde distintos cambios formales del precio del dólar regulado por el gobierno denominado socialista hasta casos de corrupción vinculados al lavado de dinero.
Pero para las empresas locales y consumidores en general representa un desafío incluso para guardar esos dólares, como publicó Bloomberg en un reportaje. Ahí lo explican con dos ejemplos: una vendedora de seguro en la ciudad occidental de San Cristóbal, estado Táchira, que guarda muchos dólares para sus clientes en el tanque de un inodoro de su oficina, y un contratista que envió a su madre y a su esposa de Caracas a Miami con 9,900 dólares en efectivo (justo por debajo del monto permitido para ingresar por el aeropuerto) para depositarlo en su cuenta extranjera.
El colapso del bolívar, que perdió el 99% de su valor frente al dólar en 2019, refleja el de la economía venezolana, que ha sufrido 21 trimestres consecutivos de caída, escribe Bloomberg. "La crisis se ha visto agravada por las sanciones internacionales que prohíben las exportaciones de petróleo a los Estados Unidos y reducen el acceso al financiamiento externo", analizan.
Si bien la inflación ha disminuido un poco, en gran medida a través de severas restricciones a los préstamos, sigue siendo la más alta del mundo. El Fondo Monetario Internacional proyectaba un cierre inflacionario de 200,000% en 2019.
Hace un año, una taza de café costaba 450 bolívares; a fines del mes pasado eran 30,000 bolívares, recuerda Bloomberg.
La Venezuela paralela
Para una persona que sobrevive en Venezuela con una pensión de vejez de 150,000 bolívares o con salario mínimo, que aumentaron en octubre a 300,000 bolívares (unos 5 dólares mensuales) el panorama es muy cuesta arriba si no recibe ayuda a través de remesas o alguna forma de ingreso en dólares. "Un pan campesino me costó 50,000 bolívares la semana pasada y el kilo de queso blanco ya cuesta los 150,000 bolívares de la pensión", contó Lucrecia Vivas desde el oeste de Caracas a Univision Noticias.
En general, el bolívar se usa para pagar algunos bienes subsidiados por el gobierno, como las bolsas CLAP, que contienen algunos alimentos, para cancelar servicios públicos o productos en ciertas zonas del país. También para el transporte público urbano, cuyas tarifas oscilan entre 2,000 y 3,000 bolívares por pasaje "pero resulta que el cajero automático solo te da un máximo de 3,000 bolívares diarios. Además, los conductores no te aceptan billetes de 100 ni 200, si no tienes de 500 no te montan", explica Vivas. "Algunos bancos dan 50,000 bolívares, pero otros solo 10,000. Esto es para llorar. Los guardo para que no me regañen algunos por no darles propina o los que cuidan el carro cuando lo estaciono en la calle", cuenta.
Dentro de todas las distorsiones económicas que esto ha producido, ya no venden tickets para el sistema subterráneo (Metro de Caracas). Tampoco se cobra la gasolina. Las personas van, un trabajador de la estación (denominado ‘bombero’) llena el tanque y recibe una propina, según lo que quiera o pueda el consumidor, en bolívares o dólares.

Pero en la acera de enfrente...
Hay pequeños puestos o carritos de perrocalientes (hot dogs) que aceptan 'zelle', el sistema de pago bancario en línea estadounidense directo, al menos en Las Mercedes, en el este de Caracas, según contó un comensal.
Un servicio de taxi desde Caracas hasta el aeropuerto de Maiquetía puede costar entre 15 y 20 dólares, mientras que arreglar una chaqueta de invierno puede costar 12 dólares y la tradicional hallaca -especie tamal decembrino- se vendió en promedio a dos dólares cada una esta Navidad. Una reparación sencilla de electricidad puede costar 15 dólares, mientras que el ron entre 15 y 40 dólares. La caja de cervezas para este diciembre estuvo en 20 dólares, contó una fuente desde Caracas a Univision Noticias.
César Batiz, periodista y editor del portal El Pitazo, sigue estos cambios de la dolarización de la economía venezolana y dice que se perciben especialmente en las reparaciones mecánicas: "una limpieza de inyectores de una camioneta, en promedio son 100 dólares". Y en general alrededor de ese precio está la mano de obra. "Las consultas médicas están entre 30 a 60 dólares cada consulta", explica que los servicios de peluquería también se cobran en dólares y varían el precio dependiendo de la zona geográfica.
La semana pasada recorrió el occidente del país y constató que el fenómeno se repite en varias partes. Por ejemplo en el peaje de la autopista Valencia-Puerto Cabello, en el estado Carabobo, encontró que este 3 de enero de 2020 vendedores ambulantes mostraban carteles con precios solo en dólares.

José Gómez tiene una tienda en la esquina de un barrio de clase trabajadora en Caracas que está lleno de dulces y licores brasileños. Alrededor del 70% de sus ventas son en dólares; una botella de whisky Buchanan cuesta $30. "No sabemos por cuánto tiempo las autoridades fiscales nos ignorarán", le contó a Bloomberg.
Juan Carlos, quien solicitó que se ocultara su apellido por razones de seguridad, es dueño de una tienda en el municipio de Chacao, al este de Caracas. El lugar está abastecido de "lujos" como Nutella y harina sin gluten. Factura alrededor de $3,000 en un día. Paga a los proveedores en dólares y comenta que "hemos regresado a la década de 1920, guardando efectivo debajo de nuestros colchones", relató tambi´én para el reportaje.
Entretanto, el régimen de Nicolás Maduro no oficializa la dolarización y mantiene un control cambiario mientras "mira a otro lado" con estas operaciones que han aliviado la feroz escasez de medicinas y alimentos de años anteriores.
De hecho, en noviembre de 2019, Maduro dijo en un programa de opinión: "Ese proceso que llaman de dolarización puede servir para la recuperación y despliegue de las fuerzas productivas del país y el funcionamiento de la economía. Es una válvula de escape, gracias a Dios existe".
"Quizás lo que voy a decir puede ser un pecado para los dueños de los dogmas, pero te voy a decir una cosa: yo no lo veo mal, no lo veo mal, me declaro pecador", y dijo que surgió por una "autoregulación necesaria".








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