El Parlamento de Brasil dio este domingo un paso más hacia la destitución de Dilma Rousseff. En una sesión que duró más de nueve horas, más de dos tercios de los diputados votaron en contra de la presidenta.
Dilma Rousseff a un paso de ser destituida tras votación desfavorable de diputados
El proceso de impugnación (impeachment) avanza hacia el Senado y la mandataria podría ser sustituida por su vicepresidente en las próximas semanas.


Así, el proceso de impugnación (impeachment) avanza hacia el Senado y la mandataria podría ser sustituida por su vicepresidente, Michel Temer, en las próximas semanas.
367 legisladores de la Cámara de Diputados votaron a favor de someter a juicio político a la presidenta frente a 137 que se manifestaron en contra.
"Sí por el futuro", dijo el diputado opositor Bruno Araújo en medio de las ovaciones de sus compañeros, al emitir el voto afirmativo 342, el número necesario para que el proceso contra la presidenta avanzara.

Rousseff es acusada de violar normas fiscales al manipular los libros contables en un intento por recabar apoyos para su gobierno.
"La votación se produjo en un clima de celebración por parte de los diputados opositores y resignación de los que todavía se mantienen fieles al Gobierno. Los partidarios del 'sí' enumeraron decenas de argumentos, desde la religión hasta el futuro de sus hijos, pero pocos se refirieron al verdadero motivo que figura en la petición de impeachment", señala el colaborador de Univision Noticias en Brasil, Luis Tejero.
Según Tejero, algunos diputados incluso evocaron con palabras elogiosas el golpe de Estado que dio inicio a la dictadura militar. "Perdieron en 1964 y vuelven a perder ahora", proclamó el diputado de extrema derecha Jair Bolsonaro, del Partido Social Cristiano (PSC).
El ambiente del Parlamento se replicó en las calles de muchas ciudades mayor país latinoamericano, donde partidarios y detractores de Rousseff se concentraron, en ocasiones frente a pantallas gigantes desde donde se podía seguir la votación.
Rousseff indignada y triste
El abogado general del Estado, José Eduardo Cardozo, declaró este mismo domingo que la presidenta Rousseff recibió con "indignación y tristeza" la decisión de la Cámara de Diputados que la deja al borde de un juicio político.
"Quien es favorable a la democracia no puede ser favorable a lo que ocurrió hoy", declaró Cardozo tras la votación en la Cámara Baja.
"Esta decisión no abatirá a la presidenta", que no tiene "apego a cargos", pero "dedicó su vida a luchar por la democracia", añadió.
Según Cardozo, "si alguien cree que ella se doblará frente a lo que pasó hoy se equivoca, pues ella luchará así como luchó contra la dictadura para evitar que haya otro golpe de Estado".
El abogado general volvió a descalificar las acusaciones en contra de Rousseff.
"No hay un argumento que ponga en tela de juicio la honestidad de la presidenta", indicó sobre los cargos que evaluará el Senado.
"No es esto lo que la Constitución establece para un proceso de destitución", aseguró el abogado general, quien sostuvo que si el proceso contra Rousseff es aprobado en el Senado el país recordará lo ocurrido hoy como el "golpe de abril de 2016".

Con el voto favorable en de los diputados, el juicio político pasa al Senado, donde a oposición necesita mayoría simple para apartar a Rousseff de forma temporal y otros 2/3 para destituirla definitivamente.
Una decisión favorable al juicio político significaría que Rousseff tendría que entregar el cargo al actual vicepresidente Michel Temer, a quien ha acusado en días pasado de liderar un "golpe de estado" en su contra.
En una frenética ronda de negociaciones de última hora, l Gobierno y la propia presidenta calificaron el proceso en su contra como un "golpe de Estado" y aseguraron que esos actos de los que se le acusa, si bien pudieran sugerir alguna "falta" administrativa, no suponen un "delito de responsabilidad", que es lo que la Constitución contempla para la destitución de un mandatario.
El predecesor de Rousseff, Luiz Inácio Lula da Silva, lideró la ofensiva negociadora para mantenerla en el cargo e hizo que
gobernadores de varios estados presionaran el sábado a los parlamentarios, devolviendo el impulso en favor de la mandataria, pero al final no fue suficiente.
Esta sesión fue precedida por debates que comenzaron el viernes y se prolongaron en forma ininterrumpida durante más de 40 horas, en las que intervinieron 389 diputados.
Antes de llegar al pleno de la Cámara baja, la acusación fue analizada por una comisión especial, que aprobó un informe elaborado por el diputado instructor, Jovair Arantes, quien recomendó que se apoyara la apertura del juicio político en el Senado.









