Toque de queda en Louisiana para evitar saqueos de viviendas abandonadas tras las inundaciones

El número de fallecidos se eleva a 11. El gobernador del estado admite que, hasta ahora, es difícil establecer una cifra de desaparecidos. Los socorristas inspeccionan las viviendas puerta a puerta.

Video Pobladores en Louisiana piden ayuda a las autoridades

Tras informaciones de que se habían cometido saqueos en viviendas abandonadas por sus ocupantes tras las inundaciones en Louisiana, el gobernador del estado, John Bel Edwards, decretó la noche de este martes un toque de queda en los condados que están bajo las aguas.

Hasta ahora, las inundaciones en el estado del sur del país han causado la muerte de 11 personas y han afectado cerca de 40,000 viviendas desde el viernes.

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La medida del gobierno local ya está en vigencia en algunos municipios, no sólo para evitar robos sino para permitir el desplazamiento de los socorristas en mejores condiciones en horas nocturnas.

"Creo es la mejor manera de proteger a nuestros habitantes", dijo Sid Gautreaux, comisario de East Baton Rouge, señalando que diez personas habían sido detenidas el lunes acusadas de saqueo.

Video Socorristas continúan sus labores en Louisiana


La zona más afectada ha sido el condado de Baton Rouge este, con cinco muertes, mientras que en Tangipahoa se registraron tres, dos en la de St. Helena y la restante en la de Rapides, de acuerdo con cifras del Departamento de Salud de Luisiana.

El martes eran 20 los condados declarados en estado de emergencia, contra cuatro el lunes.

El gobernador señaló que estas inundaciones "sin precedentes" obligaron a socorrer a unas 20,000 personas.

Además, unas 60,000 personas se han inscrito como afectados de las inundaciones para recibir ayudas del Gobierno federal y se ha declarado el estado de emergencia en unas 30 condados.

Según las autoridades, más de 8,000 personas se encuentran en refugios, especialmente en Baton Rouge, la capital del estado, y sus alrededores.

Iglesias, instancias locales y empresas propusieron albergar a damnificados y recibían donaciones de alimentos, agua y otros productos de primera necesidad.

El presidente Barack Obama ya había declarado el estado de catástrofe natural, que permite otorgar fondos federales de emergencia para financiar la ayuda a las víctimas.

Según el centro meteorológico de esa zona ribereña del río Mississippi, las inundaciones se produjeron tras dos días de lluvia intensa en un área pantanosa y en algunos puntos por debajo del nivel del mar, en "un suceso que se da una vez cada cien años".

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Mientras las aguas bajaban en las partes norte y oeste de las zonas inundadas, otras áreas proseguían en estado de emergencia activa, según detalló el gobernador.

"Mucha gente aún está sufriendo", agregó. Alrededor de 34,000 hogares permanecían sin electricidad en la noche del martes, en un período como el actual particularmente caluroso y húmedo.

La ciudad de Walker, al este de Baton Rouge, luce particularmente afectada.

Según su alcalde, Rick Ramsey, esta localidad de 6,000 habitantes "está lo mejor que se puede estar con 70% de su población inundada". "Estamos viendo un formidable espíritu de cooperación comunitaria", dijo a la televisión local WAFB.

La cadena televisiva difundió igualmente las imágenes de la alcaldía de Denham Spings, donde el agua alcanzó una altura de 1.50 metros.

Sacos de arena para prevenir más inundaciones en Louisiana
Sacos de arena para prevenir más inundaciones en Louisiana
Imagen Gabe Hernandez/Corpus Christi Caller-Times via AP


Búsquedas puerta a puerta

El número de personas desaparecidas es difícil de establecer por el momento. Los socorristas continúan inspeccionando viviendas y vehículos en búsqueda de eventuales víctimas.

"No sé si tenemos una cifra correcta de las personas desaparecidas", afirmó el gobernador.

Según el jefe de bomberos de Baton Rouge, Ed Smith, las búsquedas puerta a puerta podrían extenderse por una semana.

Además de los socorristas profesionales, numerosos particulares participan en las operaciones de rescate con pequeñas embarcaciones.

Algunos solo pueden llegar a su casa en canoa
Algunos solo pueden llegar a su casa en canoa
Imagen AP Photo/Max Becherer

Comienzan la limpieza

Mientras, los residentes comenzaron la desconsoladora tarea de recuperar sus empapadas fotografías familiares y limpiar sus casas repletas de barro, una vez que el nivel de las inundaciones comenzara a bajar.

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Incluso mientras el nivel del agua bajaba en algunas partes, en otras zonas río abajo los niveles aumentaban, por lo que las personas se apresuraban a colocar costales de arena y evacuar rumbo a refugios.

El olor del agua lodosa flotaba en el aire, mientras las personas utilizaban cubrebocas y comenzaban la extenuante labor de arrancar las alfombras, las placas de yeso y el aislante. Limpiaron las arañas y cucarachas que se acumularon tras salir de las alcantarillas.

Raymond Lieteau, de 48 años de edad, regresó el martes a su casa en el vecindario Woodlands de Baton Rouge para evaluar los daños y comenzar las labores de limpieza. La marca del agua en el espejo demuestra que dentro de la vivienda los niveles superaron los 1,50 metros (5 pies).

"Mis muebles están por todos lados", señaló. "Es algo increíble".

Los pisos de la recámara quedaron doblados y las paredes arqueadas, y la piscina que alguna vez tuvo aguas cristalinas, ahora es de un marrón lodoso.

Su esposa, Daniella Letelier, se puso guantes de hule y comenzó a revisar las fotos familiares, sacándolas de sus marcos y colocándolas sobre la mesa para que se secaran. Muchas de las fotografías eran de su hija de 15 años, Olivia.

"No puedo vivir sin sus fotos. Me rompe el corazón", afirmó.

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