Propietarios de viviendas, estudiantes y empresarios en uno de los lugares más poblados del este de Carolina del Norte mantienen una tensa vigilancia sobre el río que discurre a lo largo de la ciudad, mientras los efectos del letal huracán Matthew, que dejó 18 muertos en EEUU, se dejan sentir días después de su paso por el lugar.
Extreman la vigilancia de un río de Carolina del Norte que amenaza con desbordarse
Las autoridades alertaron acerca de una subida récord del caudal de cuatro ríos y ordenaron evacuaciones preventivas, pero muchos se niegan a abandonar sus viviendas.
Por:Univision
Video Imágenes tomadas por drones muestran la dureza de las inundaciones en Carolina del Norte
Las autoridades ordenaron la evacuación de alrededor de una décima parte de los 90,000 habitantes de Greenville. Se espera que el río Tar alcance su máximo nivel el miércoles.
Inundación en Rocky Mount, en Carolina del Norte, causada por el paso del huracán Matthew
Imagen Thomas Babb/The News & Observer via AP
Este martes el gobernador del estado, Pat McCrory ordenó la evacuación de urgencia a unas 60 personas que residen cerca de una represa al borde del colapso. Otras 78 personas notificadas del riesgo por las autoridades se negaron a abandonar sus casas, refiere el sitio ABC News.
David Baker, cuya familia es la dueña de River Bank Apartments, dijo que todos menos uno de sus inquilinos habían cumplido la orden de evacuación el martes, y pasó la tarde instalando tablas y aislante en los accesos a los pisos más bajos.
El gobernador advirtió que la amenaza de inundaciones repentinas persistirá hasta el viernes en el condado Moore, ubicado a unas 50 millas de Raleigh.
"La mayor amenaza radica todavía en las inundaciones que seguirán afectando toda esta semana al centro y este de Carolina del Norte", dijo este martes McCrory, quien destacó el riesgo de una subida récord del nivel de los ríos Neuse y Tar, así como crecidas del Lumber y el Cape Fear.
Hasta ahora han sido rescatadas más de 2,000 personas en zonas anegadas.
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Vehículos militares circulaban el martes por los vecindarios donde conos de tráfico naranjas y cintas policiales animaban a no entrar. Patrullas policiales custodiaban los límites de la zona de evacuación para controlar quien entraba y salía de ella.
Cerca de las 6:00 de la tarde del martes, los oficiales que inspeccionaban la represa de Woodlake aseguraron que se había estabilizado, luego de desprendérsele una de las placas de concreto,lo que implicaba un gran riesgo de inundación para las poblaciones aledañas.
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