"Si me quedo aquí, me van a matar": asesinan a tiros a un migrante a los pocos días de ser deportado
Nelson Espinal, de 28 años, perdió la vida en un barrio dominado por la Mara Barrio 18, una de las pandillas más peligrosas de Honduras. Él mismo había dicho a su hermana que tenía que irse nuevamente porque temía por su vida.
Nelson Espinal, un joven hondureño de 28 años, fue deportado la semana pasada desde Estados Unidos. El martes falleció en Tegucigalpa, Honduras, a pocas cuadras de su casa: lo mataron a tiros por la noche. En la imagen, un niño toca el ataúd donde fue velado.
Jorge Cabrera/Reuters.
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El joven había viajado hasta la frontera con Estados Unidos recientemente. Tras ser deportado la pasada semana, planeaba salir nuevamente hacia el norte. Ya tenía la fecha de salida: el 10 de enero. En la imagen, Alicia Espinal se lamenta por la muerte de Nelson.
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Espinal, que trabajaba como albañil, constructor y pintor de casas, le reveló a su hermana Patricia Espinal el miedo que tenía si seguía en Honduras. "Yo me tengo que ir, si me quedo aquí me van a matar", afirmó ella que le había dicho.
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El joven murió de 15 disparos a pocas cuadras de su casa, en un barrio dominado por Mara Barrio 18, una de las pandillas más peligrosas del país, y rival de la Mara Salvatrucha.
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"El salió anoche (martes) de la casa a comprar un hule (goma elástica) para el cabello en la pulpería (tienda) y ahí varios hombres le dispararon y huyeron, no sabemos quiénes son", dijo la hermana.
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La madre de Nelson, Sara Matamoros, pidió entre lágrimas justicia para su hijo.
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El joven estaba siendo velado en la humilde vivienda de su madre en un ataúd donado por el Gobierno y rodeado por varias mujeres vestidas de negro, sentadas en sillas plásticas.