Pizza, "calzzone", bistec y champiñones rellenos para un condenado a muerte en Georgia

Un asesino convicto que será ejecutado la próxima semana elige como su última cena un banquete a la italiana.

Cámara de inyección letal-Imagen de archivo
Cámara de inyección letal-Imagen de archivo
Imagen Paul Buck/AFP/Getty Images

Una pizza de carne, un "calzzone" de queso y bistec, un champiñón portobello relleno, una ensalada con diversos aderezos y zumo de naranja. No es un menú al uso de un restaurante italiano sino la última voluntad de un preso condenado a muerte en Georgia.

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Daniel Anthony Lucas, un asesino convicto que recibirá la inyección letal la próxima semana, quiere como su última cena un banquete a la italiana, según informa el Departamento de Correcciones, citado por la agencia Efe.

Y el deseo, aparentemente, le será concedido tres horas antes de la ejecución, prevista para las 19.00 del 27 de abril en Georgia.

La voluntad de este recluso difiere de la que muchos otros presos que han sido ejecutados y han pedido lo más típico: hamburguesas, papas fritas, pizza y refrescos.

Lucas, de 37 años, fue condenado a muerte por el asesinato de un padre de familia y sus dos hijos menores de edad en 1998.

Lucas y su cómplice, Brandon Rhode, habían entrado a robar al domicilio de la familia Moss mientras los niños estaban en la escuela y el padre en el trabajo.

Tras salir del colegio, Bryan Moss, de 11 años, vio a los ladrones a través de una ventana y entró al domicilio armado con un bate para confrontarlos, pero estos lo mataron a tiros.

Más tarde hicieron lo propio con Kristin Moss, de 15 años, y finalmente con Steven Moss.

Rhode fue ejecutado en septiembre de 2010.

Lucas será el quinto preso ejecutado este año en Georgia, un récord para este estado que tan solo había alcanzado esta cifra en 2015 y en 1987.