26 años de cárcel, la batalla legal del peleador Caín Velásquez por supuesto intento de asesinato

Caín Velásquez, quien se volvió célebre por ser el primer peleador de origen mexicano que ganó un cinturón de campeonato de la empresa de artes marciales mixtas UFC, enfrenta ahora una batalla judicial en California por diez cargos relacionados con el intento de asesinato de un hombre acusado de abusar sexualmente de un “familiar cercano” suyo de cuatro años.

Si pierde este caso criminal, que las autoridades describen como una “triste tragedia” en la que decidió tomar la justicia en sus propias manos, Velásquez podría ser sentenciado a 26 años de cárcel.

El deportista de 39 años fue acusado el miércoles de intento de asesinato y múltiples cargos de agresión con un arma de fuego y con su vehículo, una camioneta pick-up Ford F250 de color negro. Compareció en una corte de Santa Clara portando un uniforme de reo oscuro y un cubrebocas. Sus fanáticos fueron al tribunal con playeras en las cuales se leía “Free Cain” (Liberen a Caín).

Al finalizar la sesión, el peleador fue regresado a su celda en la cárcel del condado de Santa Clara, en el norte del estado. Un juez le negó salir libre con el pago de una fianza.

Las autoridades afirman que tienen suficiente evidencia para que Velásquez se quede varios años en una prisión estatal. Si lo declaran culpable por cada uno de los diez delitos saldría libre hasta que tenga unos 61 años (cumpliendo el 85% de su condena, que es el tiempo común para los reos con buena conducta), de acuerdo con la sentencia máxima que calcula la Fiscalía de Santa Clara.

Joel Martínez, un detective de la Policía de San José (SJPD), describe en un reporte que alrededor de las 3:14 pm del 28 de febrero el departamento recibió llamadas sobre un tiroteo dirigido a una camioneta Chevy Silverado en la que viajaban tres personas. Previamente, las llamadas al 911 fueron recibidas por la Policía de Morgan Hill, una ciudad cercana, por tratarse de una persecución “a alta velocidad”.

Al llegar al lugar, los agentes encontraron al conductor de la pick-up, Paul Bender, de 63 años, con una herida de bala en un brazo y en su costado. Lo transportaron al hospital Regional Medical Center de esa ciudad y se espera que sobreviva. Los otros dos ocupantes de la camioneta denunciaron que Velásquez los había seguido desde su casa en San Martin, pasando por Morgan Hill y hasta llegar a San José, donde comenzó a dispararles desde su F250. Los siguió por 11 millas y al llegar a una intersección los embistió con su vehículo, según el detective Martínez.

“Eligió tomar la ley en sus manos”

La policía afirma que el peleador disparó al menos dos veces contra la Chevy Silverado con una pistola calibre .40 registrada bajo su nombre. Los investigadores recogieron cuatro casquillos en una esquina por donde pasaron y otro que se alojó en la puerta trasera de la Silverado.

Velásquez había estado esperando a uno de los pasajeros, Harry Goularte, de 43 años y quien resultó ileso. Goularte enfrenta cargos por supuestamente abusar sexualmente de un niño de cuatro años y quien es un “familiar cercano” del deportista.

La Fiscalía de Santa Clara no especificó cuál es la relación del menor y Velásquez. El reporte de la Policía de San José menciona que este pagaba desde hace dos años el servicio de una guardería en San Marin, cuya dueña es la madre de Goularte. La mujer también viajaba en la camioneta Silverado y llamó al 911 cuando el peleador los perseguía. Bender, quien resultó herido, es padrastro de Goularte.

Este hombre fue procesado por agresión sexual infantil el 25 de febrero y liberado tras pagar una fianza, a pesar de las objeciones del fiscal. Las condiciones de su liberación le exigen permanecer en detención domiciliaria, usar un brazalete de monitoreo electrónico y mantenerse a 100 yardas de distancia de cualquier menor de 14 años. Él se dirigía a recoger el dispositivo cuando inició la persecución.

Tras las declaraciones de las víctimas, un detective obtuvo una fotografía de Velásquez de su licencia de manejo de California y se las mostraron a los testigos, que lo identificaron plenamente como el agresor. Tres policías de Morgan Hill localizaron el lunes al peleador cuando manejaba su camioneta F250 en San José y lo arrestaron sin incidentes.

Al revisar su vehículo confiscaron la pistola calibre .40 que habría usado en el incidente y que estaba cargada con nueve balas. Otro cargador con tres balas estaba en la consola de la pick-up.

“La triste tragedia es que el señor Velásquez eligió tomar la ley en sus propias manos, poniendo en peligro al público y a todos los que estaban en la camioneta”, dijo el fiscal Jeff Rosen en un comunicado.

“Este acto de violencia también causa más dolor y sufrimiento a su familia”, agregó.

El abogado de Caín, Mark Geragos, quien ha representado legalmente a varias celebridades, no estuvo disponible para comentar sobre este caso.

Caín Velásquez fue dos veces campeón de la división de peso pesado de la empresa UFC. Su última pelea fue en 2019 y posteriormente ingresó a la lucha libre. Antes de la pandemia lo contrató la compañía más importante de ese espectáculo deportivo en México, AAA. En esas luchas usó una máscara con cuernos.