Mark Zuckerberg quiere salir a la ruta. Como su resolución de Año Nuevo, el fundador de Facebook prometió un viaje por todo el país: una campaña, por así decirlo, para estrecharle la mano a gente de todos los muchos estados que nunca ha visitado. Es el reto personal del 'Zuck' para 2017, similar a los objetivos que se ha puesto a sí mismo en años anteriores, como aprender mandarín, construir una sistema de Inteligencia Artificial para su casa ( Jarvis) y regalar su participación en su compañía.
Mark Zuckerberg quiere recorrer EEUU, pero debería comenzar por ver los problemas de su propia ciudad, San Francisco
El fundador de Facebook se propuso como meta para 2017 ver más de su propio país, aunque no necesita ir muy lejos para observar las necesidades de Estados Unidos.


La última idea no es una resolución como tal, pero podría ser el preludio de un cambio de carrera. "Después de un año pasado tumultuoso, mi esperanza para este desafío es salir y hablar con más personas acerca de cómo viven, trabajan y qué piensan del futuro", escribió en Facebook. Cualesquiera que sean sus ambiciones personales —ser el fundador de Facebook parece ser una forma tan buena como cualquier otra para llegar a la Casa Blanca— su resolución es respetable. Sería bueno que todos nosotros saliéramos más y conociéramos más personas de otros ámbitos sociales, especialmente aquellos que trabajamos en los medios de comunicación y en la tecnología (Facebook representa ambos campos y, a la vez, ninguno).
Sin saber exactamente cuáles son los 30 estados que Zuckerberg visitará, es difícil elaborar una lista de sugerencias. Dado que la educación y la fe son importantes para Zuckerberg y la pediatra Priscilla Chan, su esposa y co-filántropa, una para su lista podría ser Dearborn, Michigan, una comunidad con una gran población musulmana y uno de los sistemas de educación pública más socioeconómicamente diversos del país. Zuckerberg quiere ver ciudades universitarias, por la razón que sea, así que ¿por qué no darse una vuelta por Vermillion, Dakota del Sur, una ciudad con el mayor coeficiente de estudiantes en el país? Hay muchísimos lugares que ver, pero podría mantenerse lejos de Newark, Nueva Jersey, donde a su última incursión en el activismo no le fue muy bien.
Pero sólo hay un lugar donde la campaña de Zuckerberg para 2020 — o lo que sea, su viaje totalmente casual para conocer gente en todos los 50 estados— realmente debe comenzar. Y ese lugar es San Francisco.
Esto podría parecer obvio. Después de todo, Zuckerberg vive en el Área de la Bahía. Podría simplemente salir de su casa de San Francisco de 10 millones de dólares, que hasta hace poco era la casa más cara en Mission District, y saludar a sus vecinos cálidamente. Podría invitarlos a todos a tomar café en Philz en Dolores Heights. También podría invitar a los vecinos de su residencia de Palo Alto (podría darse el lujo de comprar un café con leche para la población de todo el mundo varias veces).
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La cosa es que los vecinos de Zuckerberg lo odian. Eso sí, no por razones especialmente convincentes. Los vecinos de Zuckerberg en Mission District odian principalmente el hecho de que su equipo de seguridad ocupa muchos lugares de estacionamiento en la calle. Por otro lado, en Palo Alto, Zuckerberg compró todas las propiedades adyacentes a su casa después de "conocer los planes de un desarrollador para construir, junto a la suya, una casa grande que tendría vista al dormitorio principal de Zuckerberg", según el San Francisco Chronicle.
Para una persona que está buscando iniciar un debate nacional, ésta parece una muy mala forma de empezar la conversación.
Muchos residentes de San Francisco podrían considerar a Zuckerberg el rostro de la crisis de asequibilidad de la vivienda en el Área de la Bahía. Sólo Google se compara con Facebook como un espacio de tecnología sinónimo del desplazamiento, el aumento de los alquileres y la creciente desigualdad de ingresos, factores que están transformando la vida en lo que antiguamente era un idilio hippie.
La crisis de la vivienda de San Francisco se deriva de una enorme aumento en la demanda de vivienda en el Área de la Bahía impulsada por una explosión supervolcánica en la productividad regional, combinada con una profunda renuencia entre los residentes a construir viviendas para satisfacer esta demanda. Facebook es sin duda una parte de ese problema. Las restricciones en el suministro de viviendas tan solo en San Francisco, San José y Nueva York han provocado una pérdida a la economía nacional equivalente a un 10% del PIB. Como explican los investigadores Chang-Tai Hsieh y Enrico Moretti, las políticas de uso de suelo en Silicon Valley, concretamente en el corredor de la tecnología entre San Francisco y San José, son de extraordinariamente baja densidad según los estándares mundiales, gracias a las regulaciones de uso de suelo.
Zuckerberg seguramente lo sabe, aunque sólo sea por los altos salarios que les debe pagar a sus empleados para que se puedan mantener al día con los costos exorbitantes de la vivienda. Aunque el multimillonario fundador de Facebook no está exactamente en la mejor posición para recomendar que San Francisco acepte construcciones mucho más densas, pudiera hablar con sus vecinos sobre la Proposición 13 de California, la revuelta fiscal de 1978 y la proposición electoral de California en el Área de la Bahía. Zuckerberg podría descubrir que gente como él paga demasiado poco en cuanto a impuestos sobre las propiedades en California y recibe mucho más que su parte de los servicios.
Si Zuckerberg se siente inclinado a hacer algo para arreglar un empeoramiento del status quo depende de la forma en que él se incline políticamente, izquierda, derecha o alguna otra. Si quiere cambiar el mundo, podría empezar por su localidad, donde la gente poderosa como él, o incluso él mismo, apenas ha movido un dedo para aliviar el sufrimiento causado por la crisis de la vivienda. Como no sufren de una falta de ambición, han demostrado ser muy insensibles al enorme problema estructural justo delante de ellos, en las comunidades donde viven y trabajan. Los vecinos de Zuckerberg podrían preferir que él no se tomara la molestia. Le vendría bien iniciar una campaña convenciendo a sus vecinos de que se merece sus votos, no sólo sus 'Me gusta'.
Este artículo fue publicado originalmente en inglés en CityLab.com.










