Los cuerpos iluminados se aparecieron por todas partes de Tuxtla-Gutiérrez, atrayendo miradas con su efecto etéreo. Cada figura -algunas paradas solas y otras juntas, varias a punto de dar un paso o tomar algo- era una sola luz en un mar de oscuridad y así sirvieron por dar su mensaje.
Los fantasmagóricos cuerpos luminosos que se tomaron las calles de Chiapas
Un proyecto del Universidad del Sur, en Tuxtla-Gutiérrez, intentó denunciar la falta de iluminación de los espacios públicos en las ciudades mexicanas.

Esta instalación artística que apareció en la ciudad fue parte del trabajo de un arquitecto mexicano para denunciar la falta de luz que existe en los espacios públicos de ciudades como esta. “El taller fue una respuesta a las problemáticas de la capital de Chiapas. Lo hicimos para denunciar la mala iluminación que tiene Tuxtla,” dice Iván Valero Fernández, un arquitecto que trabaja en México y que ayudó a estudiantes de la Universidad del Sur a realizar este proyecto.
El taller surgió luego de que Valero dictara una conferencia en marzo en la universidad sobre la importancia de la iluminación urbana. Luego, con los estudiantes intentó poner en práctica los conceptos de la conferencia. De ahí los alumnos decidieron hacer lo que se conoce como ‘iluminación guerrilla’, lo que consiste en hacer intervenciones relacionadas con la luz en el espacio urbano. Tomaron inspiración de la artista española Luisa Álvarez, que hizo una intervención con cuerpos luminosos en Washington titulada ‘ The Soul of DC’.
Con su taller, el grupo esperó llamar la atención de la ciudad hacia la importancia de la iluminación urbana. Tuxtla es la ciudad más insegura en todo Chiapas, aunque Chiapas es un lugar seguro comparado con otros estados de México. Una forma de mejorar las tasas de delincuencia es mejorar la iluminación en calles, paseos y plazas.
Según Valero, el problema en Tuxtla es grave y limita el acceso al espacio público, especialmente en esas zonas donde hace bastante calor durante el día para salir afuera. En esos lugares la noche representa la única oportunidad para aprovechar los espacios públicos de la ciudad. “En ese tipo de localidades, tener iluminación en la noche es como tener aceras o calles. Es fundamental para poder usar el espacio público”, dice Valero.
Todo esto es un problema particularmente para la gente de bajos ingresos. “Finalmente la gente con autos siempre puede manejar a un centro comercial y ahí encontrar iluminación y todo lo que necesite. Pero si de verdad queremos aspirar a una democracia verdadera, la ciudad tiene que ser accesible para todos a todas horas”, añade el arquitecto.























