Por casi un año, Joe Murphy y Joe Robertson operaron el local de artes escénicas más conocido de Calais, Francia. Su teatro atrajo a famosos como Jude Law y Benedict Cumberbatch al conocido lugar llamado “La Jungla”, el campamento de refugiados que esperaban cruzar a Inglaterra y que este martes comenzó a ser desmantelado.
Lo que sucedió cuando un teatro se instaló en un campamento de refugiados
En la llamada 'Jungla de Calais', esta iniciativa cultural fue un oasis para los inmigrantes en su duro camino.


Puede ser sorprendente que un campamento de refugiados tuvo cualquier tipo de teatro, mucho menos uno que atrajo actuaciones de excelencia. Pero el campamento en Calais era un lugar mucho más vital de lo que piensan extranjeros, según explicaron Joe Murphy y Joe Robertson, quienes abrieron el Teatro de Buenas Posibilidades (Good Chance Theatre) en Calais de octubre de 2015 a marzo de este año.
“La Jungla no es estrictamente un campamento de refugiados, aunque se parece a uno”, dijo Murphy a Ron Brownstein de The Atlantic durante una conversación en vivo este lunes en la conferencia de CityLab 2016 en Miami. “La gente en ese espacio ha creado lo que es un tipo de ciudad”, añadió Robertson.
Calais, que se ubica cerca del túnel que cruza hacia Gran Bretaña, técnicamente era una “zona tolerada”, no un campamento de refugiados propiamente dicho. Pero esto se acabó ahora. Murphy dijo que ha sabido por una semana lo que apenas conoció el resto del mundo: el desmantelamiento del campamento de refugiados en Calais. Las autoridades de Francia actualmente están desplazando miles de inmigrantes de Calais, la mayoría refugiados de Siria, Sudán, Irán, Eritrea y por lo menos 18 otros paises en Africa y el Medio Oriente que buscaban familia y oportunidades en el Reino Unido. Para muchos de ellos, Calais era el último paso de un desesperado viaje. Luego de este lugar, no quedaba más que coger un autobús o un tren hacia el norte.
“Nosotros como dramaturgos queríamos ser testigos y ver lo que estaba pasando”, dijo Robertson, quien es británico, así como Murphy. “Encontramos en ese lugar una ciudad y las personas más interesantes y fascinantes que están pasando por un momento muy intenso en sus vidas”.
Los fundadores del teatro reconocieron que, aunque La Jungla tenía cafeterías, peluquerías, restaurantes, iglesias y mezquitas, no había ningún lugar que no era segregada por religión, nacionalidad o etnicidad. Murphy y Robertson establecieron el Teatro de Buenas Posibilidades como un espacio temporal donde todos podían juntarse, un sitio donde asistentes podian experimentar actuaciones o crear sus propias obras, utilizando sus tradiciones como el canto sudanés o la narración egipcia (los monólogos cómicos de Kuwait eran especialmente populares).
Aunque las demoliciones dentro del campamento forzaron al teatro a cerrar en marzo, Murphy y Robertson explicaron que esto sirvió como un modelo exitoso para teatros temporales en el futuro y que ofrece lecciones para los dos lados del canal de la Mancha.
“Actualmente, la narrativa está marcada por el miedo”, dijo Murphy. “En Gran Bretaña, incluso después de Brexit, el pregunta es ‘¿cómo vamos a integrar la gente?’. Yo creo que la clave es escucharlos”.
“Nosotros creemos que el arte es la arma secreta en la caja de herramientas para unir a la gente. Lo hemos visto en Calais y en Londres”, añadió Robertson. En Londres el teatro puso en escena “ Campamento”, una obra en el Centro SouthBank este verano. “El núcleo [del arte] es escuchar. Es tener empatia”.
Durante su carrera temporal en Calais, el Teatro de Buenas Posibilidades recibió apoyo de prestigiosos teatros, como el Shakespeare’s Globe, el Young Vic, y otros programas de teatro influyentes. Robertson y Murphy no saben lo que quieren hacer con su teatro en el futuro. Dijeron que esperan construir una plataforma que otros pueden adoptar en situaciones de crisis.
“Somos el único teatro que espera que nuestros teatros no existan por mucho tiempo”, dijo Murphy, “porque no tendrán que hacerlo”.
Este artículo fue publicado originalmente en inglés en CityLab.com.









